Hólger Matamoros tuvo un día especial. De héroe pasó a ser villano, pero en ambas facetas. El volante que ingresó en el segundo tiempo fue uno de los gestores del dominio ofensivo que tuvo Barcelona en la segunda etapa, levantó el centro que derivó en la mano penal de Romero; ejecutó el tiro penalti anotando el único gol del partido y sobre el cierre del compromiso fue expulsado por doble tarjeta amarilla.
Fue la noche de Matamoros, en la que vivió de todo dentro del campo de juego, pero que al final dejó a su equipo nuevamente puntero y con un partido por jugar.
La sanción del penal fue ovacionada por los hinchas que veían la posibilidad de ponerse al fin en ventaja en el marcador; pero de inmediato un ambiente de incertidumbre se apoderó el estadio, Hólger Matamoros y Narciso Mina se pararon frente al punto penal, pero la orden ya estaba dada. El encargado sería Matamoros. Mina, con evidente inconformidad, se retiró y dejó a su compañero para que ejecute la falta. El mediocampista torero se paró frente a la pelota, miró al portero y remató cruzado, al palo derecho sobre el cual se lanzó Bone, pero la potencia y colocación del envío hicieron que la pelota siga su ruta hacia el fondo de las mallas.
El júbilo se desató, todos los jugadores que estaban cerca del área corrieron hacia el banderín del córner, donde el jugador fue a celebrar. No fueron todos. Narciso Mina prefirió retirarse a tomar su posición para la reanudación del partido.
Fue una situación aislada, que no empañó el festejo de los más de 20.000 seguidores toreros que se dieron cita en el estadio Monumental para ser testigos de una nueva victoria de su equipo y del retorno a la punta del tablero.
Deportivo Quito fue un rival complicado. Nelson Acosta llegó a encarar el partido de igual a igual. Cortando todo tránsito en el mediocampo y dejando a dos hombres en punta para que generen peligro.
El delantero Jorge Ladines debió salir pese a que estaba haciendo un buen partido, debido a un fuerte golpe que recibió en un choque casual con Johao Montaño. El artillero quedó grogui por tres minutos, luego reaccionó, pero el cuerpo técnico decidió sustituirlo.
Fue un partido de trámite intenso, con llegadas sobre las porterías, pero, asimismo, que se jugó con mucha vehemencia y a ratos con violencia. Nueve jugadores amonestados y dos expulsados son el resultado de este encuentro que devolvió a los toreros a la punta.
Michael Arroyo, nuevo fichaje de los toreros, vio el partido desde la suite dirigencial. El volante que arribó a Guayaquil la noche del sábado será presentado hoy. Señaló estar muy feliz de retornar al país y más de venir a un equipo ídolo como Barcelona. "Sé muy bien lo que es el Ídolo y vengo a dar lo mejor de mí, esperando que la hinchada quedé feliz con mi rendimiento", señaló el nuevo jugador de los toreros.
Fuente: www.expreso.ec
