Nuevamente las individualidades marcaron diferencias en el Clásico y le permitieron a Barcelona obtener una contundente victoria 5-0 sobre Emelec, marcador que lo ubica nuevamente en la punta de la tabla de posiciones y mucho más cerca del título.
El punto de inflexión llegó en el minuto 18, cuando el argentino Marcos Mondaini fue expulsado por una infantil agresión a José Luis Perlaza, a pocos metros de distancia del árbitro Omar Ponce. Previamente, el defensa lo había provocado tres veces, siempre a espaldas del colegiado.
Hasta ese momento, el 'Bombillo' dominaba en la cancha del estadio Monumental, a tal punto que en menos de cinco minutos había fabricado tres opciones de gol, por intermedio de Enner Valencia, Gabriel Achilier y Marlon de Jesús, encontrando siempre la sobria respuesta del golero Máximo Banguera.
Un error de Frickson Erazo puso a De Jesús nuevamente mano a mano ante Banguera, pero el delantero no tuvo la jerarquía para definir.
El técnico Gustavo Costas rectificó a tiempo. Teniendo un hombre más en cancha, sacó al colombiano José Amaya e ingresó a Hólger Matamoros. La variante obligó al paraguayo Fernando Giménez a retroceder y darle un poco de respiro a Renzo Revoredo, quien había sido constantemente superado.
A esas alturas los azules estaban en inferioridad numérica, pero seguían dominando, hasta que los amarillos se dieron cuenta que el "negocio" estaba por la banda derecha de la defensa visitante.
Michael Arroyo superó por primera vez a Wilson Morante, ganó la raya de fondo y colocó un centro al que Damián Díaz llegó oportuno, para anotar la primera de la tarde.
Los 'eléctricos' no se recuperaban de ese impacto anímico, cuando un contragolpe iniciado por el mismo Díaz obligó a una desesperada salida del guardameta Cristian Arana, quien en su intento por rechazar estrelló el balón en la humanidad de Narciso Mina. Lentamente el esférico continuó su viaje al fondo de las mallas.
LA DEBACLE. En la etapa complementaria el 'Bombillo' salió en busca de la remontada, dejando muchos espacios para los contragolpes del Ídolo.
En el minuto 47 Matamoros proyectó un pelotazo a espaldas de Cristian Nasuti. Narciso Mina superó por velocidad al zaguero argentino y venció a Arana con un disparo cruzado.
Con el 3-0 a su favor los dirigidos por Costa comenzaron a jugar con más tranquilidad, siempre insistiendo por el lado de Morante.
Mina volvió a invadir por esa banda y cuando buscó la diagonal fue detenido por Óscar Bagüí, con una falta penalti que el árbitro no dudó en sancionar. Michael Arroyo ejecutó con sobriedad.
Los 'millonarios' eran presa de la desesperación. Los "ole... ole... ole..." se comenzaron a escuchar por todo el estadio.
Díaz, ante pase de Arroyo, completó la goleada, con un potente disparo que se coló por el primer poste de Arana.
Totalmente fuera de control, Nasuti agredió a Arroyo y dejó a su equipo con nueve jugadores en la cancha.
El resto fue para la celebración de los barcelonistas, que alcanzaron la segunda mayor goleada en la historia de los Clásicos y ven más cerca la estrella que le ha sido esquiva en los últimos 14 años.
Fuente: www.expreso.ec