Los toreros encantan con su juego. Nadie se lo esperaba, pero allí estuvo. Durante toda la semana los cuerpos médico y técnico de Barcelona mantuvieron en reserva la titularidad de Michael Arroyo para el partido con Deportivo Quito.
La hinchada pensaba que tras la lesión, ocasionada por un golpe de Christian Nasutti (Emelec), este hábil futbolista se perdería la final del torneo, pues inicialmente los médicos dijeron que ‘Gambetita’ retornaría a la cancha en al menos seis semanas.
Finalmente, Arroyo volvió vestido de corto, tras 14 días de cuidados. Apareció con una venda elástica en su pierna izquierda.
Distraer a sus rivales con la exageración de esa lesión finalmente le dio al técnico Gustavo Costas el resultado soñado. Ayer, Barcelona volvió a ganar.
Su víctima en esta ocasión fue el Deportivo Quito, a quien humilló en el estadio Olímpico Atahualpa con dos tantos. Ambos se originaron en los botines del hábil futbolista de 25 años.
La presencia de ‘Gambetita’ fue determinante en ese partido, porque ningún futbolista del Quito se preparó para asfixiar sus jugadas.
No lo hizo Michel Castro, ni Pedro Velasco, ni Geovanni Espinoza. El meta Adrián Bone también se vio indefenso ante su letal disparo, en el minuto 91.
Ese fue el momento en el que el volante ofensivo selló el triunfo de Barcelona en el estadio Olímpico Atahualpa, de un tiro libre.
Antes, en el minuto 13, Arroyo participó en el tanto que Narciso Mina convirtió, tras una desconcentración de la zaga azulgrana.
Con este triunfo, el club torero se consolida como el equipo favorito para ganar el título de esta temporada, tras 14 años de sequía.
Si no baja su nivel y gana los tres partidos que le restan al torneo local, Barcelona podría, incluso, ganar la anhelada estrella sin necesidad de disputar la final, a la que se clasificó en la primera etapa.
El triunfo conseguido en condición de visita fue celebrado como una verdadera final.
Cuando Mina marcó el primer gol, el técnico Costas se volvió loco. Salió corriendo para abrazar a sus pupilos. Antes, saltó un par de veces en el propio terreno.
Arroyo fue más atrevido. Al sentenciar el encuentro se trepó a las mallas para celebrar con sus hinchas, los que llenaron las gradas de las generales sur y norte.
Esa acción le costó a ‘Gambetita’ una doble tarjeta amarilla. Es decir que se perderá el partido de la siguiente semana frente al Manta, en el estadio Monumental.
Aunque la sanción que le impuso el árbitro Carlos Vera no le pareció justa, Arroyo salió conforme de la cancha por su rendimiento y consciente de lo logrado.
En ese momento, la hinchada coreó su nombre y después empezó a cantar: “Este año hay fiesta en el Monumental, porque juega Barcelona...”.
Tras el pitazo final, los jugadores se fueron al camerino, pero un minuto más tarde el golero Máximo Banguera sorprendió a sus seguidores. Este jugador visitó el sector de la general norte y la tribuna para saludar a aquellos que los alentaron durante todo el cotejo.
Los jugadores del Deportivo Quito, en cambio, permanecieron en el camerino hasta que los aficionados abandonaron el estadio. Estos últimos se mostraron molestos por la falta de definición de los delanteros Mauro Vila (Uruguay) y Maximiliano Bevacqua (Argentina). El resto de jugadores recibió el aplauso de sus fieles, ya que en algunos pasajes del cotejo los chullas lograron arrinconar a sus rivales. Sobre todo en el primer tiempo.
Fuente: www.elcomercio.com