El Barcelona Sporting Club cumplió con la fecha 11 que estaba diferida recibiendo a El Nacional en el estadio Monumental de la ciudad de Guayaquil. Los Toreros ante más de 40 mil almas se afianzaron en la primera posición de la tabla de ubicaciones al vencer a los militares 3x1 con dos goles de Narciso Mina y uno de Amaya.
El Barcelona ecuatoriano empezó el partido lleno de nervios, sin poder dar un pase preciso, no se llegaba a la portería rival, y cuando los militares se acercaban hacia Banguera, la idea era a reventar la #5 a donde fuera pero bien lejos de las redes toreras. Sin embargo, el goleador del campeonato calmaría la ansiedad de sus compañeros al igual que de todos los corazones amarillos en el mundo al anotar la primera del compromiso a tan solo 15 minutos.
Cuando parecía calmarse y empezar a llevar las riendas del partido el equipo local, El Nacional arrebato con todo lo que poseía en ofensiva. Fueron 10 minutos de terror donde de nueva cuenta la pelota salía disparada para cualquier lado que fuera lejos del arquero torero, hasta que llego Bryan De La Torre por derecha, con un gran frentazo le pone un pase preciso a los pies de Mina que aguanta la marca y de espalda habilita al colombiano Amaya que sin dudarlo mete un derechazo terrible que mando a guardar el balón junto al poste derecho de Cabezas y hasta el fondo de las piolas. Asi, ya eran dos a favor del Barce.
El Nacional se iría al camerino en desventaja pero a tan solo un minuto de empezado el segundo tiempo, Perlaza comete una de las suyas, salto, codo arriba y falta para el rival. Darío Bone le pego con alma, vida y corazón a esa pelota que Banguera ni la vio cuando se le metió en su portería. Las cosas se ponían difíciles para los locales ya que delante tenían nada más y nada menos que al único equipo del Ecuador que mantiene una supremacía con respecto a partidos ganados sobre los guayaquileños. Los militares mantuvieron a Barcelona en área propia por mucho tiempo. Afortunadamente, para los barcelonistas nunca pudieron llegar al empate.
Mientras Barcelona se defendía hasta con las uñas, y se llenaban de tarjetas amarillas todos los jugadores en cancha, los de rojo, se aferraban a la esperanza del empate. Pero Barcelona tiene algo que no tiene ningún equipo ecuatoriano. La sagrada amarilla la visten en esta temporada 2012 el mejor extranjero y jugador del torneo, Damián Díaz, y el goleador del certamen, Narciso Mina. Entre ellos logran un certero contra golpe que terminaría en expulsión del militar Ricardo López.
En el ir y venir del esférico, Barcelona se dejaba encimar de El Nacional que cada vez llegaban con más claridad hasta la portería torera. Y si a los osados ataques de la visita le sumamos que Banguera tapa solo con un brazo tras recibir fuertes golpes en su brazo izquierdo, de nueva cuenta la hinchada amarilla sufría de taquicardia.
Luego de sobrevivir el ataque militar, Barcelona se decide a contra atacar, esa que es su arma letal, y dicho contra ataque parte del que menos había hecho hasta el momento, Matamoros, que sale de tres cuartos de cancha en veloz carrera, pisa el área y pone un pase perfecto al corazón de la misma para que llegue Mina y de “rabona” calme el corazón de millones al anotar la tercera del cotejo. Barcelona con esto sellaba la tan necesaria victoria y aseguraba 3 puntos de oro que lo enrumban con paso determinado a la ansiada corona 14.
Toreros, queda escrito que este Barcelona 2012 está hecho no solo de futbol sino de ganas, ganas de llenarse de gloria. Hemos visto fecha a fecha como el equipo sufre lesiones, expulsiones, sanciones y sin embargo siguen firmes en su causa, en su objetivo, en su lucha por la 14. No vale la pena recordar tanta penuria que se ha vivido durante tantos años, pero no está demás pensar que nunca nada ha sido fácil para el Ídolo de los ecuatorianos y esta vez no será la excepción.
El próximo compromiso será por la fecha 20 ante los chullas en el Atahualpa. Llenos de convicción los toreros deben pararse en cancha y de nueva cuenta salir victoriosos.
¡La meta esta cerca Barce, un poco más, y la gloria será nuestra!
Alexandra K. Ortiz