Estoy empezando a vivir un sueño que tenía desde niña, cambiaba un mueble o en muchas ocasiones mi cama por el hecho de estar en una cabina de radio frente un micrófono, ver y transmitir el fútbol de otra manera que en algún momento pensé que no iba a suceder. No les voy a mentir, mientras escribo esto desde mi celular las lagrimas me acompañan, pero eso es lo lindo del futbol el crear tantas emociones que a veces ir al estadio, o un grito de gol no es suficiente.
Gracias a Dios, porque sin el nada de esto fuera posible, me tocó -aunque suene vanidosa- tener el mejor ejemplo y maestro a mi lado: mi Papá. Es aquí cuando mis gracias se hacen infinitas porque no me tocó elegirlo sino que tuve la bendición que Dios me lo regalara.
No les puedo explicar la magia que me hace sentir con cada historia que el cuenta de un partido o un mundial vivido, asi como para muchas niñas su sueño es el príncipe azul, que no lo juzgo, el mio es escuchar un pitazo y que mi corazón se acelere mas de lo normal por 90 minutos, y ni decirlo cuando juega el equipo de tus amores.
La principal herramienta que me dijo mi papa que tenia que tener es la imparcialidad, te pido mil disculpas papi si ahora fallé, pero el corazón me delata, las lágrimas salen por si solas, el insomnio no lo puedo evitar y mi mente no repite nada mas que no sea que la catorce esta por llegar.
No recuerdo la última vez que Barcelona quedo campeón, lo digo con mucha tristeza y alegría a la vez, pues aquello no ha sido obstáculo para que millones de niños y ecuatorianos hayan mantenido viva esa ilusión, seguramente como yo muchos preguntaban a su papá o sus abuelos como fue ese dia, como se sintió, pero ni todas las palabras que salgan de su boca -aunque el brillo de sus ojos sea el mismo- absolutamente ninguna va a terminar de expresar lo que en ese instante sucedió.
Es todo un país el que esta a punto de vivir una gran fiesta; es todo un país que el amarillo y el negro nunca los dejó; es todo un país que ha esperado tanto tiempo; es todo un país el que duerme y despierta pensando en el domingo; es todo un país que se merece ver un campeón, que fue Idolo de America y gracias a Dios y su hinchada, resurgió. ¡Fuerzas viejo amigo! 90 minutos vs 14 años ya tienen su marcador.
Escrito por Gloria Morales
Tomado de: http://mividaconelfutbol.blogspot.com