El anuncio por megáfono desde un carro policial solo confirmó lo que se mencionaba desde las 09:30: las entradas para el partido entre Barcelona y Olmedo se habían terminado.
Cerca de las 13:00, miles de ilusionados hinchas toreros, que acudieron a las boleterías del Monumental para adquirir sus entradas, empezaban a perder la esperanza de ver a su equipo dar una vuelta olímpica luego de 14 años en su escenario deportivo.
"Que vengan los Noboa... que vengan los Noboa...", era el grito que tenían como recurso para encontrar alguna solución, pues muchos de ellos estuvieron desde las 06:30 haciendo cola como fue el caso de Roberto Peralta. "Nadie sabe nada, hay un desorden general en todo, solo dicen que no hay y ni siquiera viene un vocero de Barcelona a aclarar las cosas".
Sin embargo, entre lamentos y rostros desencajados, otros seguidores se mantenían haciendo fila para comprar un boleto, no importaba si era una adicional de suite o general, lo único que anhelaban era poder asistir el domingo al 'Coloso del Salado'. "Ha sido imposible, desde temprano ha estado muy lleno, por ahí dijeron que más tarde llegarían más, pero todo fue mentira, habrá que esperar", señaló con tristeza Jorge Sánchez.
Si bien los boletos se habían acabado, esto solo aplicaba para las boleterías, porque en los alrededores del escenario los revendedores voceaban el expendio de las entradas. Así, una general, cuyo precio oficial era de 10 dólares, podía llegar hasta 20. Las preferencias y tribunas, de 20 dólares, llegaban hasta 35 y por los palcos de 30 alcanzaban los 45 dólares.
"No es posible que digan que no hay entradas mientras los revendedores están aquí afuera", manifestó Lorenzo Verdesoto, quien acudió cerca de las 04:00 hasta Pollos Barcelona (Sucre y Boyacá) para aguardar la apertura del local y asegurarse un asiento en el que podría ser el partido del título para Barcelona, no obstante su sorpresa fue mayor cuando le avisaron que en ese lugar no estaban a la venta.
La noche del pasado lunes, por seguridad, se tomó la decisión de que el estadio sea el único lugar donde los aficionados adquieran sus boletos, sin embargo el desorden fue evidente, según lo dicho por los fanáticos del Ídolo.
No todos los hinchas se lamentaban, había el otro grupo, aquel que sí pudo comprar su entrada para el choque frente a los olmedinos.
"Siempre vengo al estadio, por eso tengo mi entrada", dijo con orgullo Fernando Alvarado, quien esperó desde las 05:00 que inicie la venta en el Monumental.
El seguidor torero, que tenía en sus manos una pelota amarilla con la firma de Narciso Mina, Damián Díaz, Máximo Banguera, Frickson Erazo, entre otros, incluso se dio tiempo para saludar a sus ídolos.
"Es bueno que ellos sientan nuestro aliento y aquí estaremos los barcelonistas para celebrar el título", confesó.
Fernando es uno de los 50.000 aficionados que está seguro que apoyará a su equipo en el estadio durante el partido más importante para el club en los últimos 14 años, no así otros que, pese a todo, aún esperan conseguir una entrada.
Fuente: www.expreso.ec