Por la fecha número catorce del torneo provincial del Guayas, el quinto del profesionalismo, Barcelona y Emelec se midieron en el Clásico del Astillero que más goles registra en la historia. En el estadio Capwell, el 31 de julio de 1955, los toreros vencieron 5-3.
Sobre el compromiso con 8 anotaciones este Diario aseguró que fue “pródigo en jugadas emocionantes, en goles magníficos y estiradas escalofriantes de los arqueros” y destacó que Barcelona, “luciendo un extraordinario espíritu de lucha, se impuso a un rival que es notoriamente mejor en técnica de juego”.
Diario EL UNIVERSO destacó al argentino Jorge Larraz como “el más alto valor” de los azules, a Simón Cañarte, por sus “terroríficos disparos”, y “la demostración de empuje y bravura de los poderosos rivales”.
Jorge Larraz abrió el marcador para Emelec al someter a Pablo Ansaldo; a los 8 minutos Gonzalo Chalo Salcedo puso el 1-1 al recoger un rechazo de Jaime Ubilla y batir a Cipriano Yu Lee; los eléctricos hicieron su segundo tanto a los 15m, a través de Júpiter Miranda. A los 20m Salcedo convirtió el empate amarillo a 2.
El festival de goles no cesaba y Sigifredo Chuchuca se encargó de poner arriba 4-2 a los canarios, con tantos a los 37m y 40m. Otra vez Miranda acercó 4-3 a Emelec, al terminar el tiempo inicial.
A los 80m, tras pase de Carlos Alume, Simón Cañarte marcó el 5-3. Sobre el final, Mariano Larraz (hermano de Jorge Larraz) falló un tiro penal ante Jorge Delgado, que sustituyó a Ansaldo.
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