Este último Clásico del Astillero quedara’ plasmado en la historia de nuestro futbol, pues el 5-0 marca la mayor victoria de Barcelona sobre Emelec desde que nació este tradicional partido.
El resultado tan holgado hace pensar que el cuadro torero fue el amplio dominador de todo el encuentro, sin embargo fueron los eléctricos los que sometieron a su rival durante los primeros 30 minutos sin poder sacar ventaja.
Pero porque razón este Clásico se convirtió en una verdadera fiesta amarilla y en un calvario azul? Pues así como se convirtieron 5 goles toreros, también existen 5 razones de peso para que se haya producido un score tan abultado.
1.- Saber manejar las emociones
Cuando Emelec mejor jugaba y dominaba el partido, viene la reacción de Mondaini, hasta ese momento el mejor jugador del partido, que fue provocado por Perlaza y cayó en la trampa. Después ya con el resultado definido vendría la patada aleve de Nasuti a Arroyo, que también con sus continuas gambetas tenia locos a los defensores azules.
Esta clase de partidos son de mucha tensión, hay mucha presión de por medio y es imprescindible saber manejar las emociones, porque de lo contrario, puede pasarte factura como le ocurrió al Emelec. Definitivamente, perder a tu mejor hombre puede influir directamente en el desenlace de un partido, y la salida de Mondaini afecto’ tremendamente a su equipo, quizás no fue de inmediato, pues los millonarios siguieron dominando algunos minutos más, inclusive con 10 jugadores, pero no pudieron mantener el mismo nivel.
2.- Poder de definición
Mientras Emelec se encargó de desperdiciar las primeras cinco opciones claras de gol que hubo en el partido, Barcelona capitalizo’ en la primera que tuvo. En ese instante cambio’ radicalmente el cotejo. Justo casi al finalizar la primera etapa, los canarios volvieron a marcar en la segunda opción que se les presentaba. Recién arrancado el segundo tiempo, Mina ponía la tercera conquista, lo que liquidaba prácticamente el partido. Eficacia altísima de la ofensiva torera, que supo pegar cuando tuvo que hacerlo y así le fue poniendo historia a este Clásico del Astillero.
3.- Decisiones técnicas
Gravísimo error de Quinteros arrancar con Arana de titular. Un partido como el del domingo, es una prueba demasiado difícil para un novel como Arana. Por más de que Zumba no sea un gran arquero o que no se encuentre en un buen nivel, la experiencia no es un accidente. La ansiedad y los nervios hicieron mella en el inexperto Arana, que erro’ en la salida en el segundo gol de Barcelona, donde debió despejar hacia un costado. Con ese tanto, prácticamente se definía el Clásico. La culpa no es del portero sino’ de quien le dio tamaña responsabilidad.
Lo contrario ocurrió con Costas, que supo rediseñar su medio campo cuando salió expulsado Mondaini. Prescindió de uno de sus tres volantes de marca (Amaya), para darle más creatividad con la presencia de Matamoros, que ingreso’ muy bien y fue el complemento ideal de Díaz y Arroyo.
4.- Seguridad en el arco
Hoy después de la goleada todos hablan de los goles de Mina, Díaz y Arroyo, pero que hubiese pasado si Banguera no respondía tan brillantemente a la embestida azul de los primeros 30 minutos? La historia del partido podría haber sido otra, muy distinta a la que hoy estamos recordando. Banguera brinda esa seguridad que no posee el arco de su rival de patio. Prohibido olvidar que todos se pueden equivocar, pero si lo hace el arquero normalmente las consecuencias son fatales.
5.- Calidad individual
La semana anterior, en mi artículo para este mismo portal deportivo llamado “Un Clásico duelo de estilos”, analizaba que este partido iba a medir la fuerza colectiva de Emelec contra el gran poder individual de Barcelona. Si bien los azules fueron colectivamente muy superiores en la primera media hora del partido, la diferencia del Clásico la marcaron los tres jugadores ofensivos amarillos. No caben dudas que Arroyo y Díaz son los dos mejores talentos que tiene nuestro campeonato. Ambos son elementos deslotados para nuestro futbol. No menos importante es el poder goleador de Narciso Mina, que no solo que es el actual rompe redes del torneo, sino que anota goles en partidos importantes. En Clásicos del Astillero ya lleva anotado 5 dianas en cuatro clásicos consecutivos.
Es indudable que Barcelona ha dado un paso gigante para la obtención de su corona 14, mientras que para el Emelec será difícil reponerse de una goleada de este tipo, donde muchas veces las secuelas sicológicas pesan más que el mismo resultado. Por lo pronto, la hinchada más numerosa del país tiene al menos 5 grandes razones para soñar con el ansiado campeonato.
Fuente: www.studiofutbol.com.ec