“Ojalá que le sirva de ejemplo, no se puede ser infantil, sé que fue la emoción de un golazo”, fueron las palabras más tranquilas del DT de Barcelona, Gustavo Costas, que se las dedicó después del partido a Hólger Matamoros después que salió expulsado por doble tarjeta amarilla, claro que se mandó uno de los mejores goles de la goleada al Táchira 5-1, que dejó al Ídolo esperando a Cobreloa, de Chile, por la Sudamericana.
Pero si los gestos de la cara hablaran... seguro que el entrenador Costas también salía expulsado. Su rostro lo decía todo, mientras el árbitro le sacaba la tarjeta amarilla al jugador.
Desde el 2004 la FIFA castiga con una tarjeta amarilla cuando los futbolistas se sacan la camiseta para el festejo.
Sobre esto se señaló de todo... hasta los “lengua largas” expresaron que es para que los auspiciadores no se afecten.
Sea cual sea la verdad, cada vez que hacen un gol y se sacan la camiseta tendrán una cartulina amarilla.
Uno de los más castigados este año ha sido Narciso Mina, quien al fin entendió que eso no le ayuda en nada.
Pero Hólger Matamoros en la emoción del golazo se olvidó que ya tenía una amonestación y se quitó la blusa y se fue a terminar la celebración al camerino... claro que el jugador tenía un motivo muy humano y romántico para hacer eso: “Esperemos hacer lo que quiere el ‘profe’, este gol se lo dedico a mi esposa que estamos de aniversario, cumplimos 8 años”, manifestó el volante, con lo cual es un festejo justificado y que viva el amor.
Solo el fútbol es capaz de hacer olvidar las reglas, por eso en la gráfica tenemos el modelo de camiseta que viene pegada a la pantaloneta para que los jugadores no vean nunca más las tarjetas amarillas y las expulsiones después de los festejos.
Barcelona volvió a las prácticas y Gustavo Costas indicó que hoy, a pesar del feriado, quería ver a todos sus futbolistas y a los periodistas para que observen cómo se prepara para el partido del domingo en el estadio Capwell frente a Emelec.
Fuente: www.extra.ec