Barcelona logró con soltura su pase a la segunda fase de la Copa Sudamericana, para enfrentar al Cobreloa chileno, luego de golear anoche 5-1 a Deportivo Táchira venezolano, en el estadio Monumental.
El partido de los canarios fue tan relajado que sumó el último gol incluso con un jugador menos, y hasta uno de sus integrantes, el colombiano José Amaya, se dio la libertad de hacer unas flexiones de pecho en la cancha durante una breve interrupción del encuentro.
Es que para los canarios parecía apenas un partido de entrenamiento desde el inicio. Hasta los defensores creaban las oportunidades de anotar. Así lo hizo José Luis Perlaza, quien antes de marcar (a los 14 minutos), ya le había anunciado de su espigada presencia en el área al golero Roberts Rivas.
El zaguero torero abrió el marcador y confirmó su dote de buen cabeceador al rematar un tiro de esquina proyectado desde la derecha por el capitán canario Matías Oyola.
El dominio de los locales era contundente. Y a los 32m, el volante Michael Jackson Quiñónez hizo su baile y continuó con la fiesta de goles por la zona derecha, desde donde envió un potente disparo cruzado que superó fácilmente a Rivas.
El rival estuvo totalmente anulado. El Maestrito César González solo pudo enseñar su destreza como cobrador de penaltis (marcó el tanto descuento a los 80m); tampoco destacó el exatacante de Emelec Luis Miguel Escalada.
Matías Oyola aumentó la cuenta de penalti a los 43m; y aunque Hólger Matamoros tuvo el mérito de poner el 4-0, también cometió un imprudencia que no le agradó al DT Gustavo Costas. Al celebrar su tanto se sacó la camiseta, recibió una segunda amarilla (ya había sido amonestado a los 45m) y salió expulsado. “Eso no lo puede hacer un jugador profesional”, reprochó el entrenador.
Pero Brayan De la Torre, a los 64m, devolvió la alegría a Costas. Solo a los 80m Barcelona cedió el penal que ejecutó efectivamente González.
En la segunda fase, Cobreloa espera primero de local a Barcelona, que cierra en casa.
Fuente: www.eluniverso.com