El uruguayo Luis Cubilla, quien falleció la noche del domingo en Asunción, será recordado por su casta ganadora que lo llevó a conquistar múltiples coronas. Primero como endiablado delantero y luego como carismático y polémico entrenador que llenó de gloria al fútbol de Uruguay y Paraguay. Había nacido en Paysandú, el 28 de marzo de 1940.
Peñarol le dio su primera oportunidad en el fútbol profesional en 1957, a la que Cubilla respondió transformándose en figura de un equipo de ensueño que conquistó dos Copas Libertadores de América (1960 y 1961) y varios títulos locales.
Sus bailes con la pelota y el destaque internacional que ganó con los aurinegros, con quienes también conquistó la Copa Intercontinental en 1961, lo llevaron al Barcelona, donde logró una Copa del Rey (1963).
Tras cuatro años en el River Plate argentino, en 1969 la primera gran polémica tocó la puerta de Cubilla cuando fichó por Nacional de Montevideo, archirrival de Peñarol.
Su magia seguía intacta y con los tricolores conquistó su tercera Libertadores y su segunda Intercontinental (1971).
Lejos de conformarse con sus marcas, en 1976 protagonizó uno de los hitos más importantes del fútbol charrúa al formar parte del Defensor que ganó el torneo uruguayo, rompiendo así la hegemonía de Peñarol y Nacional, que hasta ese año tenían 44 temporadas dividiéndose todos los títulos.
Con su carrera agotada como jugador surgiría un nuevo Cubilla que debutó como DT en el uruguayo Danubio en 1977 –al que clasificó a su primera Copa Libertadores ese año–. Poco después se cruzó en su camino Olimpia de Paraguay, que se transformaría en su casa.
Ahí cosechó una decena de títulos, pero la idolatría máxima para el uruguayo llegó con la conquista de la Libertadores 1979, que transformó al equipo en el primero que sin ser de Brasil, Argentina o Uruguay que levantaba el trofeo.
Ese mismo año guió a Olimpia a ser campeón Intercontinental y en 1990 repitió el título en la Libertadores, en finales ganadas al Barcelona de Guayaquil, al que dirigió en el 2007.
Con la celeste Cubilla jugó los Mundiales de 1962, 1970 y 1974 y la dirigió entre 1990 y 1991.
Fuente: El Universo