En un restaurante de la exclusiva zona de Samborondón, el técnico Gustavo Costas se reunió con José Doumet, presidente de la Comisión de Fútbol de Barcelona. Pero esta vez, el encuentro tuvo dos objetivos: festejar el cumpleaños 50 del DT y dejar en claro algunos puntos de su labor.
En el estadio Monumental no hubo movimiento, luego de la caída de 2-1 ante Boca Juniors. El plantel tuvo libre y el presidente Antonio Noboa se fue de vacaciones. El que sí habló fue Luis Noboa, vicepresidente, quien dio su respaldo al cuerpo técnico, pero aclaró: "Queremos que continúe con el proceso que no se acaba hoy, sino en diciembre. Pero si Costas quiere irse nadie puede obligarlo a quedarse, tal como ocurrió con Luis Zubeldía".
Mientras, los medios argentinos que llegaron al Monumental para el partido de Libertadores señalaron que la dirigencia ya conversó con Carlos Ischia, ex DT de Boca y Deportivo Quito. Este ya fue contactado por la directiva cuando Zubeldía dejó el equipo en abril del 2012, pero no llegaron a un acuerdo económico.
En la página de la cadena Fox Sports, www.foxsportsla.com, también se hace referencia a ese supuesto acercamiento. El equipo jugará este miércoles ante Toluca, en México, y descansará el fin de semana por el torneo local.
Virginia Pereira, esposa de Costas, admitió que la situación del club sorprendió a su esposo. Pasaron del cielo al infierno en solo dos meses. "Realmente estamos sorprendidos, hace dos meses celebrábamos por el título y ahora no sale nada. Esos chicos necesitan ganar un partido, para recuperar la confianza".
Tras la derrota del miércoles ante Boca, el estratega llegó a su domicilio cabizbajo. Ayer, sus hijos mayores, Federico (23) y Gonzalo (18), lo llamaron por teléfono desde Buenos Aires para tratar de animarlo. Lo cierto es que, según contó a este Diario su esposa, el estratega no tiene intención de salir del club, al menos "no de esa manera". "Si hubiera querido irse, lo hubiera hecho luego de quedar campeón. Es un momento complicado, pero mi esposo está acostumbrado porque esta profesión es así", agregó la compañera del DT.
LO MALO
Su estilo de juego se volvió predecible y no busca otras variantes, a pesar de contar con jugadores con diferentes técnicas. Los nuevos como Cristian Penilla, Freddy Olivo y Carlos Quintero no han tenido opciones.
Este año trajo a Gonzalo Castillejos en reemplazo de Narciso Mina y en lo poco que ha jugado no se ha destacado. Al igual que Nicolás Olmedo, de bajo rendimiento.
Luego del título, el equipo se le fue de las manos. Cuentan fuentes cercanas al cuerpo técnico del club que la relación con jugadores influyentes como Michael Arroyo ya no es buena.
La defensa, que el año pasado fue la más segura, esta temporada es una de las peores. Ante la ausencia de Jayro Campos, el estratega no encontró el reemplazante idóneo en su lugar.
Perdió el liderazgo que ejerció el año pasado. Esto se evidencia en la ausencia de un cobrador de penales definidos y en las reiteradas agresiones que cometen sus jugadores en la cancha.
LO BUENO
Confió en el lateral zurdo Geovanny Nazareno tras una suspensión de un año y medio. Hoy es titular y lo recuperó también para la Selección. Además de que proyectó a Roosevelt Oyola.
Contribuyó a romper 14 años sin ganar un campeonato local. Supo rearmar al equipo ante las lesiones y suspensiones de jugadores claves, al final de la temporada pasada.
El DT argentino asumió el banquillo de Barcelona tras la salida de su compatriota, Luis Zubeldía, y encajó de inmediato con el grupo y con su sistema de juego. Mantuvo la unidad.
Supo manejarse bien con los medios de comunicación dando entrevistas y le dio oportunidad a jugadores como Carlos Gruezo, el juvenil más destacado de la temporada pasada.
El año anterior, dio continuidad a la mayoría de los jugadores, sin importar si tenían o no una buena relación. Un ejemplo fue el colombiano José Amaya, quien terminó el año marcando goles.
Apadrinó la carrera de Narciso Mina, quien terminó como goleador del campeonato pasado.
Armonizó la relación entre la directiva y el plantel de jugadores para viabilizar el camino al título.
Fuente: El Comercio