jueves, septiembre 06, 2012

Lesiones en Barcelona ¿ímpetu competitivo, amor por los colores o negligencia médica?

En el clásico del astillero disputado el 12 de Agosto pasado dio ya una clarinada de alerta cuando Máximo Banguera mostraba tener un fuerte dolor en una de sus piernas cuando pedía asistencia médica a los galenos en cancha echado en el pasto del estadio Capwell, el jugador terminó el partido con síntomas de dolor pero no se le prestó mayor atención, luego hubo un partido de Ecuador en donde el portero fue convocado pero excusó su participación contra la selección chilena debido a esta molestia física.

Contra todo pronóstico y ante la sorpresa de todos, Banguera aparecería a domingo seguido ante el Técnico Universitario como titular para que muchos periodistas y aficionados especulen sobre la veracidad o no de la lesión del gran portero amarillo. Siempre defendí la profesionalidad de Máximo y su predisposición para defender el arco de Barcelona aunque sí creí que era necesario que nuestro portero descanse ese partido.

En el último llamado a la selección, el #1 de Ecuador quedaría totalmente desafectado de la convocatoria al confirmarse por parte de los médicos de la selección de Ecuador que tenía un desgarro en la pierna derecha, tras esto, el portero de Barcelona admitió su culpabilidad al no proporcionar la información completa a los galenos del club para poder tratar a tiempo su problema que pasó a ser crónico.

El jugador confesó que fue su amor por Barcelona y las ganas de no perder ritmo ni continuidad lo que lo motivó a esforzarse más y jugar lesionado una seguidilla de 12 partidos.

No dudo del barcelonismo de Máximo porque por personas cercanas a él conozco que es hincha de Barcelona pero creo que el momento en el que aparece una lesión hay que primar la salud antes que el ritmo o la continuidad, a la larga el jugador puede terminar perjudicado con una recuperación que tome más tiempo y con ello también el club.

Los jugadores a más de brindarse el 100% por el club también deben cuidar su físico, no sólo evitando excesos en el aspecto social sino también situaciones como éstas, llevar al cuerpo a extremos no es nada bueno para el jugador, peor para el club, a la larga son ambos los que terminan perdiendo. Si los primeros síntomas de que algo no andaba bien muscularmente los sintió en junio ¿por qué esperar tanto tiempo para hablar de ello? No era necesario llegar a esta instancia donde ya no hay ninguna acción preventiva por realizar, ahora lo único que puede hacerse es terapia de recuperación. Tal vez lo que le pudo tomar 2 semanas para recuperar y fortalecer se conviertan en un mes o más, resultando en algo mucho peor que lo hubo en primera instancia. 

Que esta situación le sirva a Máximo como escarmiento para tratar bien sus lesiones a la primera señal de dolor para así evitar pasar por situaciones como ésta con un tiempo de recuperación incierto que le ha hecho a Banguera tomar la decisión de buscar segundas opiniones en otro país.

No queda más que desearle a Máximo Banguera el menor tiempo de recuperación posible para que pronto esté de nuevo dando la solvencia que siempre le ha dado nuestro arco.

En contraparte está el equipo médico de Barcelona y el propio entrenador, si el jugador no estaba bien del todo ¿para qué darle al jugador la posibilidad de decidir jugar? Me parece que ambas partes deben siempre decidir lo mejor para el jugador y para el club, dejar a libre albedrío de si juegan o no a los deportistas no es el correcto modo de hacer su parte, si un jugador no está bien no debe ser puesto a disposición del cuerpo técnico y  así mismo, si el cuerpo técnico conoce que un jugado viene acarreando un problema que puede desencadenarse en crónico, lo mejor es salvaguardar la salud del implicado.

Otra cosa que llama la atención es que el jugador Edson Montaño, que ha tenido ya bastante tiempo de recuperación luego de unas operaciones, hoy cuando se reintegraba con normalidad a los entrenamientos sufrió así mismo un desgarro muscular en la parte posterior de su pierna derecha, el muchacho no ha tenido un buen año pues ha pasado de lesión en lesión y justo cuando se reintegra a los entrenamientos resulta que se vuelve a lesionar, el jugador salió muy molesto con sigo mismo, con rabia y frustración normales en un futbolista profesional que quiere demostrar el por qué está en la institución que está.

¿Cómo ocurrió lo de Montaño? ¿Es posible que las cargas físicas fueron demasiado fuertes para el jugador que no tenía aún la suficiente fortaleza muscular para resistir el trabajo que tuvo que realizar? o ¿será que también venía sintiendo alguna molestia que no reportó al departamento médico por miedo a no jugar?

A los jugadores se los requiere 100%, el campeonato es muy parejo y peleamos también el frente de Copa Sudamericana, necesitamos a la totalidad del plantel para poder afrontar responsablemente en ambas competencias.

Es momento de que los jugadores sean responsables con sus decisiones, si tienen dolencias físicas deben sincerarse y ser tratados a tiempo, caso contrario pueden prologar más de lo normal los tiempos de recuperación.

Es momento de que el departamento médico se ajuste los pantalones e impida a los jugadores arriesgar el físico cuando sufren de molestias físicas.

Es momento de que el cuerpo técnico obligue a los jugadores a tomar un descanso cuando las circunstancias lo requieren, por ejemplo, Banguera no debió atajar el partido contra Técnico Universitario, tal vez Montaño no debió volver tan pronto a los entrenamientos porque no estaba listo.

Momentos difíciles atraviesa la plantilla con otros lesionados como Nazareno (muscular) y Perlaza (intestinal), a estas alturas del campeonato no podemos desmoronarnos, estamos en pelea, los necesitamos a todos, jugadores a cuidarse, médicos a precautelar y técnicos a no utilizar jugadores que no estén en plenitud.