El volante se inició en el club huracán de esmeraldas, equipo comprado por iván hurtado
Juan Carlos Paredes Reascos volvió a Barcelona para jugarse su revancha, pues en su paso por el club guayaquileño, en 2006, no brilló como esperaba.
En su presentación, Antonio Noboa, presidente de la institución, definió al jugador como una persona luchadora, decidida y dueña de una habilidad especial para dar confianza a sus compañeros de equipo.
Paredes nació y creció en el barrio Aire Libre, ubicado a la salida de la provincia de Esmeraldas. Su infancia fue como la de un típico niño de la provincia verde: zapatos de lona y un balón. Las calles fueron su primera cancha, fueron su diversión, pese a la pobreza y a la ausencia de su padre, Pedro Eurípides Zúñiga.
"Fue un poco difícil porque mi padre fue asesinado hace 22 años. Pero, con la ayuda de mi madre, Carolina Paredes, pudimos salir adelante. Ahora que he conseguido ser profesional siempre trato de ayudarla".
El volante firmó un contrato de tres años con el club que lo vio nacer como futbolista en 2006.
Según el jugador de 25 años, su habilidad por las bandas lo ha convertido en uno de los futbolistas necesarios y apreciados dentro del fútbol ecuatoriano. Además, esa destreza lo hizo un jugador fijo en sus exequipos como Rocafuerte, Deportivo Cuenca y Deportivo Quito.
En seis años como futbolista profesional, Paredes ha aprendido mucho en su paso por los equipos con los que ha conquistado tanto títulos nacionales como subcampeonatos.
"El fútbol me ha dado muchos amigos, en especial los que forjé al comienzo de mi carrera. Ellos siempre me apoyaron".
A pesar de que no tuvo una rutilante actuación en su último club, Paredes confesó que desde hace un año estaba buscando acercamiento con el equipo guayaquileño para correr por las bandas, con el propósito de dejar otra huella y revelar los secretos de su éxito a sus nuevos compañeros de equipo.
"Estar en Barcelona es una revancha, porque yo ya estuve aquí y, lastimosamente, no me fue bien en el equipo de primera, pero en las formativas, sí. Ahora vengo mentalizado en hacer todo bien para salir por la puerta grande".
El esmeraldeño asegura que quiere llegar lejos con su equipo y que ama su trabajo.
"Yo me siento muy cómodo haciendo lo que hago, para mí es un honor. Hago mi trabajo lo mejor que sé y siempre trato de apoyar desde atrás. Si cumplo con mi cometido, los demás pueden cumplir con el suyo: ser creativos y marcar goles".
Con un poco de nostalgia, el futbolista reconoce que supo desde niño lo que significaba matarse trabajando, porque eso veía en sus padres, quienes siempre se esforzaron por sacarlo adelante.
Juan Carlos ha sido internacional con la selección ecuatoriana en 10 ocasiones. No oculta su deseo de alcanzar otro título con Barcelona y está consciente de que cuenta con el visto bueno del técnico Gustavo Costas y por ello le agradece, a pesar de que no ha conversado con el argentino.
"Cuando el técnico te pide es por algo y le agradezco a Rubén (Insúa). Más allá de eso, solo espero hacer bien mi trabajo, como lo he hecho en todos los equipos en que he tenido la oportunidad de jugar".
Si el resto de sus compañeros sienten el mismo compromiso con la institución y trabajan duro por el proyecto, -dijo Paredes- tendrán muchas posibilidades para repetir la corona Nacional e, incluso, podrán cumplir un buen papel en la Copa Libertadores.
Los derechos deportivos del jugador fueron cedidos en un 80% a un grupo de empresarios, por los problemas económicos que envolvieron a Deportivo Quito en la temporada 2012. El costo aproximado fue de un millón de dólares.
Fuente: Diario Hoy