Narciso Mina había prometido marcar treinta goles esta temporada y ese ofrecimiento era el único pendiente y motivo de expectativa para el partido final de ayer del flamante campeón del torneo ecuatoriano ante el descendido equipo riobambeño Olmedo. Y Mina cumplió su promesa en este compromiso, convirtiendo dos goles para cerrar la treintena.
En el campo de juego, los futbolistas tomaron las cosas con calma, a diferencia de las tribunas y las generales, en donde, pese a las estrictas medidas de seguridad que incluyeron la prohibición de ingresar banderas, los aficionados se dieron modos para celebrar la decimocuarta corona conseguida el pasado miércoles. Gritos, cánticos, olas, matizaron la jornada desde temprano en la mañana. El estadio lucía prácticamente lleno desde las 10h00, a espera del partido que únicamente servía para, al final, recibir las medallas de campeones, acto oficial de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Así transcurrieron los primeros 45 minutos sin mayores novedades. En el segundo, el goleador Mina se destapó para cumplir su promesa. Un gol de penal y otro tras la triangulación entre Damián Díaz y Bryan de la Torre, que culminó con el remate preciso de Narciso, jugada repetida dentro del torneo entre estos tres. Olmedó descontó y para cerrar la temporada, el colombiano José Amaya puso la tercera, su cuarto en el torneo, para festejar con rabia y cerra el capítulo 2012.
Al pitazo final vinieron los abrazos, las felicitaciones, la celebración de los jugadores y la hinchada. Hasta el presidente Antonio Noboa se contagió y se trepó a las mallas, como cualquier hincha emocionado. Vino la premiación con Luis Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana, a la cabeza y la recepción de la Copa por el capitán Matías Oyola. A un lado, el técnico Costas repetía que esta era su mayor satisfacción profesional. Los jugadores se pelearon la tenencia del trofeo.
Siguió la vuelta olímpica, la tercera en el Monumental, y la salida en caravana por las principales calles del norte de la ciudad. A los pocos minutos, las calles que durante la celebración en el estadio, lucían desoladas, se llenaron de camisetas amarillas y un griterío incesante. (MP)
Caravana del triunfo custodiada por hinchas
Durante toda la caravana del triunfo que recorrió más de nueve kilómetros del centro de Guayaquil, el bus de los jugadores y la directiva del Barcelona siempre estuvo rodeado de hinchas. Ello provocó que el trayecto del vehículo se diera de manera pausada; y a medida que iba ingresando al centro, la marcha motorizada y a pie se tornaba más lenta.
Padres de Damían Díaz revelan contratación
Los padres de Damían Díaz, confirmaron que su otro hijo, Emiliano sería también parte del Barcelona Sporting Club. El anuncio lo realizó, la madre de los jugadores. El arribo del nuevo jugador sería en enero próximo. Sin embargo, el padre de los hermanos Díaz, César, confirmó que ello está encaminado y que es una de las aspiración familiar.
Hinchas que no fueron se adueñaron de calles
Una vez terminado el partido, la gente que no fue al estadio fue copando algunas de las vías de la ciudad por donde pasaría la caravana del equipo amarillo.
El puente, ubicado a la altura del estero Salado fue el primero en coparse. Ello mientras la ceremonia de premiación a los jugadores todavía no concluía .
Fuente: www.hoy.com.ec
