De amarillo se vistió ayer el país. Millares de barcelonistas se habían preparado para que su equipo, el ídolo del Ecuador, alzara el ansiado trofeo. Gritos, saltos, caravanas, concentraciones, ondeos de la bandera torera y hasta lágrimas fueron la tónica de la esperada jornada.
La euforia por el título de Barcelona fue permanente en la mayoría de ciudades, aunque en la Plaza Foch, en Quito, no duró ni una hora. Ahí la fanaticada del equipo canario mezcló el grito de ¡viva Quito! con el de ¡Barcelona, campeón! por un poco más de 30 minutos.
Los festejos no pudieron prolongarse ni celebrarse con licor en mano porque ayer estaba prohibida la venta de bebidas alcohólicas en los bares, restaurantes y sitios de expendio, aunque eso no impidió que en los basureros de metal, incrustados en las veredas, se observaran algunas botellas de cerveza.
En una de las cuatro esquinas, solo un patrullero vigilaba posibles desmanes, mientras tres carros daban vueltas a la redonda con el volumen elevado, al son de “amarillo como el sol fue siempre tu color y tu nombre es el grito más torero”, en medio de las miradas de noveleros que toleraron la emoción torera.
Tan pronto se apagó la emoción de los cerca de 300 barcelonistas, dos barrenderos municipales iniciaron la limpieza de los papeles picados que colorearon el festejo.
Caravana en Babahoyo
Fue distinto en otras ciudades. En Babahoyo, una vez terminado el partido, la hinchada recorrió, en agitada caravana, la avenida 10 de Agosto con pancartas y banderas del equipo del Astillero gritando a todo pulmón: “Somos campeones”.
Algo similar ocurrió al sur del país, en Loja. Las calles del centro se llenaron de vehículos que formaron caravanas con hinchas vestidos de amarillo que gritaban la alegría que sentían por el título catorce.
En la plaza San Sebastián se concentraron los seguidores. El sonido de los tambores y cornetas era, por la tarde, la tónica en el lugar. “Este momento lo esperábamos desde hace mucho. Nuestro equipo es el mejor”, dijo Iván Samaniego, barcelonista que festejó el título.
En el Oriente, más de cien barcelonistas de Puyo se reunieron en el Coliseo Municipal para disfrutar del partido. Una vez que este terminó, entonaron cada una de las canciones del cuadro canario y luego partieron en una caravana por las calles céntricas de la ciudad.
En Esmeraldas, los seguidores de Barcelona ubicaron una pantalla de 4 metros de longitud por 3 m de altura en las calles 6 de Diciembre y Piedrahíta para ver el encuentro. Cuando este terminó, una caravana avanzó hasta el balneario de Las Palmas, en el norte de la ciudad, donde se preveía lanzar juegos pirotécnicos por la noche. En Portoviejo, Chone (Manabí) y Santo Domingo, los barcelonistas también formaron largas columnas de carros.
Unos 4.000 aficionados se concentraron en la plaza cívica Elio Santos Macay, de Chone; cantidad similar hubo en la capital tsáchila, donde una caravana avanzó desde la av. Quito hasta la Y del Indio Colorado.
En tanto, en Cuenca, la fiesta se vivió con más calma. Muchos siguieron el partido en los centros comerciales ataviados con la camisa de su equipo.
Fuente: www.eluniverso.com