Los jugadores celebraban en la cancha la consecución del título y en las gradas los hinchas también vivían su fiesta. Con trofeo en mano, las figuras le dedicaron el título a los fanáticos, quienes encendieron su frenesí al ver al “Ídolo” campeón.
Quienes no pudieron acudir al estadio Monumental celebraron la corona 14 en diversos puntos de Guayaquil, enarbolando sus banderas en ventanas, cordeles y donde podían. Algunas glorias del equipo -como Carlos Alejandro Alfaro Moreno, presente en el estadio- no ocultaron su emoción.
La caravana salió del Monumental “como Dios manda”. Los jugadores pasearon subidos en un bus descapotado, que miles de aficionados “canarios” escoltaron con cánticos y gritos.
El puerto principal cambió totalmente su cotidianidad dominguera. Es que Barcelona es el campeón y la fiesta fue grande. 14 años de sequía no eran para menos.
Fuente: www.eltelegrafo.com.ec