martes, julio 23, 2013

¡MENOS SACRIFICIO Y MÁS FUTBOL!

El fútbol ha cambiado, que no les quepa duda. Hoy tenemos un fútbol mucho más rápido que antes, con más dinámica, con muy pocos espacios, en donde muchas veces la táctica es prioridad antes que la técnica. Los esquemas que se implementaban en la década del 60 o 70, de 3-2-5 contrastan con algunos dibujos tácticos que vemos ahora, como el 4-5-1 o el 3-5-2. Sin embargo, hay algo que hubo, que hay, y que habrá siempre, que es el talento del futbolista.

Cuando se describe al futbolista moderno, se habla de un todo terreno, con la misma capacidad para defender como atacar. Ejemplos hay algunos en nuestro fútbol como Matías Oyola, Saritama, Gaibor, entre otros, y muchos más aún en el fútbol mundial estilo Yaya Toure, Paulinho, Schweinsteiger, Antonio Valencia, Bale, por citar solo unos pocos. Uno pondera y disfruta este tipo de jugadores pero ¡Atención! no todos pueden tener esas características, ni tampoco es pecado no cumplir la famosa “doble función”.

En las ultimas semanas se vertieron muchas criticas de parte de hinchas y de prensa especializada hacia Michael Arroyo. Se le reprocha el poco sacrificio que tiene con el equipo a la hora de marcar, que solo le gusta jugar cuando tiene la pelota mas no sin ella, y que solo transita en un radio de 20 metros del terreno de juego. Puede que en algunos partidos le haya faltado algo de compromiso al jugador a la hora de defender, pero me pregunto algo, ¿De que ha jugado Arroyo toda su carrera? ¿Para que se lo trajo a BSC, para marcar o para desequilibrar en ataque? La realidad es que ese jugador que se lo tilda de poco compromiso, le salvó él solo el partido a su equipo en Casa Blanca y así lo hizo en múltiples ocasiones, siendo figura de su equipo. La realidad es que hasta jugando mal, Arroyo es más que el resto de sus compañeros en ofensiva.

Otro caso es el de Marcos Caicedo. El extremo por izquierda del Emelec arrancó esta temporada de forma espectacular. Era una pesadilla en ataque y anotaba gol por partido. Fue por algunas jornadas goleador del campeonato y su gran nivel fue premiado con una convocatoria a la selección. Increíblemente, cuando el jugador estaba en su mejor momento fue perdiendo espacio en la alineación titular de su equipo. El motivo que adujo el DT Quinteros para aquello, fue que el jugador no le cumplía la doble función de ida y vuelta y que necesitaba ser más solidario. Poco a poco fue relegado, hasta que Caicedo perdió confianza, y ahora ya es hasta raro verlo como una alternativa para el cambio. ¿Valió la pena priorizar el aspecto táctico?Considero que Emelec desaprovechó a un jugador valioso.

No me olvido tampoco de lo que aconteció con uno de los jugadores más exquisitos de nuestro fútbol en los últimos años, Franklin Salas. El Mago en uno de sus mejores momentos futbolísticos fue relegado también por Edgardo Bauza, quien le brindó poquísimas oportunidades para demostrar su calidad. El trillado aspecto táctico hizo que Salitas se vea obligado a salir del club de sus amores para buscar más oportunidades.

¡Que desperdicio!

Así como estos tres claros ejemplos, han habido muchísimos casos a nivel mundial. Es cierto que el fútbol cambió, y que el futbolista moderno no solo debe preocuparse de atacar, pero lo que no ha cambiado y no cambiará jamás es el talento innato de ciertos jugadores.

¿Que sacrificio le podemos pedir a Neymar, a Cristiano o a Messi?, si lo que queremos es que con su calidad nos ganen partidos y campeonatos.

La calidad y la técnica individual siempre debe prevalecer sobre la marca o la táctica. A los futbolistas modernos se les pide despliegue, a los genios solo se les pide ¡que jueguen!

Escrito por Ricardo Péndola

Fuente: Studio Fútbol