miércoles, julio 17, 2013

Barcelona busca recuperar su poder ofensivo ante Cuenca

La flamante incorporación del “Ídolo”, Andrés Franzoia, no se concentró con sus compañeros, por lo que su debut tendrá que esperar. Wilder Medina llegará la próxima semana.

Quienes esperaban ver esta noche (19:30) en acción al delantero argentino Andrés Franzoia tendrán que esperar por lo menos una semana más. Hasta la tarde de ayer su transferencia internacional no llegaba a la Ecuafútbol, por lo que el técnico Gustavo Costas no lo incluyó en la nómina de concentrados para el partido de hoy ante el D. Cuenca. 

Sin embargo, anoche los dirigentes del club esperaban que el documento llegue para inscribir al jugador y habilitarlo, y así Costas pueda convocarlo de última hora. 

La mañana de ayer el presidente Antonio Noboa realizó el pago correspondiente del convenio con el IESSEntre tanto la mañana de ayer el presidente de Barcelona, Antonio Noboa, realizó el pago de los 386.000 dólares que el club le adeudaba al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por mora patronal. Esto le permitirá recuperar los 18 bienes que fueron embargados hace dos semanas, entre ellos la cancha y los camerinos. 

Por su parte, en el conjunto del Deportivo Cuenca, José Granda y David Matute serán las novedades que presentará el equipo dirigido por el profesor Fabián Frías. Ambos futbolistas sustituirán a Silvio Gutiérrez y Javier Charcopa, por modificaciones estratégicas. 

Granda logró superar una lesión que lo alejó de las canchas por tres meses. Ahora se encuentra motivado y espera hacer un buen papel. “Recuerdo que en 2009 le hice un gol de tiro libre a Barcelona casi de media cancha. Ante ellos he tenido buenas presentaciones, pero las historias pueden ser distintas en cada compromiso”, manifestó el azuayo que se mostró feliz por su retorno a las canchas.

La función de Granda será la de marcar en la mitad del campo de juego. Junto a él actuarán Galo Corozo y Alejandro Frezotti, quienes deberán bloquear el juego ofensivo de Michael Arroyo y Hólger Matamoros.

Fuente: El Telégrafo