Barcelona Sporting Club, el actual campeón e Ídolo del Ecuador, recibió al Boca Juniors argentino en el estadio Monumental para disputar su segundo partido de esta edición 2013 de la Copa Bridgestone Libertadores. El resultado final favoreció a los visitantes con un marcador de 1x2.
Los Toreros saltaron a la cancha con el ímpetu de siempre, queriendo ser el equipo avasallador que toma las riendas del encuentro. Lo malo fue que la energía, las ganas y la bravura se fueron diluyendo y no llegaron ni al final del primer tiempo haciendo gala de buen futbol.
En este choque de Ídolos, el futbol se quedó guardado en la memoria de todos porque a la cancha no llego. Fue un partido malo, lleno de imprecisiones, de pelotas reventadas para donde sea, de punta y para arriba, sin conexiones entre volantes y delanteros, mucho menos hubo entendimiento entre contención, zaga y arquero. Ojo, la crítica es exactamente la misma para ambos conjuntos, que hoy, juegan con el nombre de sus instituciones y nada más.
Frases como, “Barcelona no pega una”, “¿dónde quedó el campeón?”, “¿Qué es lo que pasa con el Ídolo?”, la famosa, “¡que se vaya el técnico!”, la de siempre, “¡los trinqueros tienen dividido el camerino!, y la infaltable, “en la buenas y en las malas estoy contigo equipo mío”, inundan las redes sociales. Esto solo prueba el desconcierto de una hinchada que hace solo dos meses celebraba con algarabía el regreso de su equipo a las mieles de un nuevo campeonato.
Hoy ya nadie puede negar que exista un problema casa adentro. A ninguno de los hinchas nos interesa saber qué es lo que pasa ni quien tiene la culpa. Lo que exigimos es que se resuelva lo que sea que pasa y se salga del estancamiento en que el equipo ha caído.
Nadie deja de reconocer la inversión millonaria que ha hecho la dirigencia para armar este equipo lleno de talento porque el objetivo de este 2013 no es otro más que conseguir la Libertadores, la Sudamericana, la 15 y todo torneo que se cruce en el camino de Barcelona. Si la decepción es devastadora para la hinchada, imagino cómo se siente la dirigencia al ver el desgano con el que sus dirigidos terminan cada encuentro.
Está claro que aquí la culpa, si hay que culpar a alguien, no es del DT Costas. Se nota la amargura, la impotencia, la desazón en la cara del técnico argentino durante los partidos. Los jugadores en cancha no rinden como él lo espera. Seguramente ganas de meterse a la cancha a hacer él mismo las cosas no le han de faltar.
Toreros, aquí pasa algo y grave. Nuestro Campeón esta desaparecido desde Noviembre 28 del 2012 y no hay quién lo encuentre. De nueva cuenta la hinchada está en manos de Antonio Noboa. En estos momentos es cuando debe demostrarnos que sabe ser un líder y buscar la manera de que este equipo campeón del país vuelva a pasearse por las canchas haciendo respetar la sagrada amarilla y a su hinchada.
Dicen que no hay peor lucha que la que no se hace, y si por algo nos caracterizamos los verdaderos barcelonistas es porque jamás nos damos por vencidos, jamás nos rendimos, porque eso lo aprendimos de Ephanor, de Lécaro, del frentón, del mormón, del poeta, del cura, de pestañita, de Alfaro…. ¡aguante Toreros, aguante!
En este 2013, ¡vamos por más!
Abrazos desde USA,
Alexandra K. Ortiz
