El Barcelona de Ecuador inició su participación en la Copa Bridgestone Libertadores 2013 visitando al Nacional uruguayo en el estadio Parque Central. El equipo torero llegaba con un pesado karma a Uruguay, ya que la historia decía que jamás habían podido anotar ni un gol en ese país. Sin embargo a los 25 minutos del primer tiempo, ya ganaban 2x0. Al final el marcador fue un empate a dos tantos.
Con un futbol digno de un campeón, Barcelona empezó su recorrido por la “Avenida Gloria”, donde su primera parada fue el Parque Central de Uruguay donde debía medirse ante el poderoso Nacional. Como era de esperarse los locales salieron de los camerinos dispuestos a atacar y ser los que lleven el ritmo del encuentro. Tras un par de ataques en profundidad en los primeros 15 minutos, los uruguayos dejaban claro que sería un partido difícil para los visitantes.
Sin embargo, en cada ataque del Nacional, se encontraron con un arquero llamado Máximo Banguera, que fue el principal partícipe para que no cayera la primera anotación para los locales. Fue el mismo arquero torero que tras un saque de portería, manda la pelota hasta ¾ de cancha donde Ariel Nahuelpan la pelea en la banda izquierda, el rebote le queda preciso al 10 barcelonista, el Kitu, que se encontraba parado al borde del área grande, justo en el medio, el zapatazo fue tal que por más que Babas se lanzó hacia el balón, fue imposible que la alcance. Barcelona se ponía en ventaja al minuto 17 ante el asombro de todos los presentes.
Pocos minutos después llegaría una gran jugada por la banda izquierda nuevamente entre Arroyo y Nazareno quien desbordó como marca punta y dejó botados a los defensas que no pudieron hacer más que verlo como ganó la raya de fondo y a pocos metros del arco, le hiciera un excelente pase a Ariel Nahuelpan que venía como un tren en solitario por el centro del área y logra el segundo para los toreros. Así Barcelona pasaba a ganar el compromiso 2 a 0 a tan solo 27 minutos.
Pero como nada es nunca fácil para los ecuatorianos, iniciados los segundos 45 minutos ya se pudo sentir que el marcador ni remotamente terminaría con ventaja para la visita. No solo que el Nacional hizo hasta lo imposible para vulnerar la valla defendida por Banguera, sino que los jugadores toreros pecaron de “sobrades e inmadurez” al tratar de buscar el tercer gol de manera individual y encima, de lujo. Se desperdiciaron varias oportunidades claras para aumentar el marcador. Como si fuera poco, el árbitro Enrique Osses fue el principal responsable del resultado final de este cotejo.
La actuación siniestra, descarada y absolutamente poco ética de este chileno, le dio prácticamente el empate al club uruguayo que al final no pudo más que celebrar un empate como victoria. Este señor árbitro, no solo permitió que a Arroyo le pegaran durante todo el encuentro como a piñata en matiné infantil, sino que no sacó tarjetas a los locales cuando debía, pero sí pintó de amarillo a Nazareno, que dominaba la banda izquierda, al capitán Oyola que mandaba en la mitad de la cancha, a Díaz que era el mejor jugador del partido y por último a Perlaza lo echó del campo por “empujar” a Abreu. ¿Coincidencias? Juzguen ustedes.
Cabe destacar que la falta de ubicación y de sesos del señor José Luis Perlaza colaboró en el primer gol de los locales donde pierde la marca al loco Abreu y encima cae en la trampa, lo empuja, segunda amarilla y afuera señor, a las duchas. Mientras tanto el señor defensa central de Nacional, Lembo, jugó 5 minutos tras obtener la segunda amarilla, y por más que los jugadores toreros se lo decían al “señor” Osses, que el cuarto árbitro también trataba de hacérselo saber, este árbitro le permitió a Lembo permanecer en el campo y ser incluso un atacante más en cada jugada que podría lastimar el arco de Máximo Banguera.
Al final, tanto da el agua al cántaro hasta que se rompe. Barcelona se encontraba claramente perturbado por la desventaja sentida gracias al mal arbitraje, que se dedicó a defender el 2x1 hasta con el alma. Se añaden 5 minutos extra (casi a lo Byron Moreno) y al minuto 91 el Kitu logra ingresar por la mitad del área, a toda carrera y con posición absoluta del esférico, lo barren, le cometen falta, que derivaba en penal y expulsión para el defensor uruguayo y por ende posiblemente el triunfo para los ecuatorianos y obtener los 3 puntos en disputa. Osses que venía detrás de la jugada, no pitó nada. El línea que se hallaba en una ubicación privilegiada, no levantó la bandera, se inicia el contra ataque y cae la segunda para los locales.
Conclusión, el arbitraje de ciertos “señores” es un asco. Le hacen un mal tremendo al futbol y lo peor es que árbitros como Osses y Amarilla, que son de lo peor en Sudamérica, son los más galardonados por la Conmebol. Alguien que por favor explique cómo demonios es que ocurren estas cosas en nuestro futbol en TODAS las competencias internacionales del continente ya sea a nivel de clubes o selecciones.
Toreros, en fin, ya no se puede seguir llorando sobre la leche derramada, ahora hay que sentirse orgullosos del campeón, que llegó como lo que es, un equipo fuerte, digno y con hambre de gloria a demostrar que no se achica ni se cuelga de los palos en ninguna cancha.
Confiemos en que el arbitraje contra Boca Juniors en el Monumental el próximo 27 de Febrero sea limpio y digno. Pero por lo pronto….. ¡gracias Barce por existir, gracias por tanto orgullo!
Abrazos desde USA,
Alexandra K. Ortiz