Cuenta la leyenda urbana que llegó para reemplazar a Mario Daniel Saralegui, allá por enero de 1991 y que en sus primeros partidos no llenaba las expectativas de la gente.
El periodismo, voraz como siempre, pedía su salida desde los primeros partidos. El fracaso en la copa de ese año le daba la razón a los comunicadores, quienes al igual que la hinchada, veían que al rubio número 8 le quedaba grande llenar el lugar del aguerrido uruguayo que un año antes se rompía en la cancha y era pieza fundamental para llevarnos a nuestra primera final de la Libertadores.
Fue así como a los 20 minutos del primer tiempo del partido contra Deportes Concepción, al ser cambiado, el agarró sus cosas y se fue, según dicen, caminando reflexivo por la Av. Barcelona. Y fue en el siguiente partido donde nos regalo el que hasta ese entonces era el mejor gol de Barcelona en la Copa Libertadores: tomó la pelota en el frontal del área visitante y encaró valiente a la defensa de Colo Colo y nos puso en ventaja. Lo gritó a rabiar y a partir de ahí comenzó a forjar la leyenda dentro del club.
El campeonato de 1991, la 11ava estrella de aquel entonces (la misma que otros tienen tres años buscando) tiene un nombre propio: RUBEN DARIO INSUA. Él, con su calidad para el pase, la potencia en las canillas para aguantar la pelota y, por sobre todo, su dulce pegada de tiro libre, construyó el que quizá sea uno de los títulos con mayor autoridad que haya ganado el Ídolo del Astillero. Jamás olvidaré el tiro libre espectacular contra El Nacional en Quito, en aquel primer partido de la liguilla de ese año que nos enrumbaba desde el inicio al título, ni su soberbia ejecución dejando parado a Alex Cevallos, arquero de Valdez en el Monumental, ni los penales contra el Deportivo Quito en apenas 3 días. Su "cerebral" toque atrás para que "Pepin" Gavica, su tandem de aquel año, selle un 1991 de gloria, de los más hermosos que hayamos vivido jamás…
Porque yo no me olvido, de la mano del Poeta dimos un paso más en nuestro camino de grandeza, grandeza y personalidad que él la regó por toda Sudamérica. Insúa era el estandarte de un Barcelona que jugaba de protagonista en todas las canchas, y que por un gol no pudo llevarnos a otra final, y quién sabe si al campeonato de la copa. En el mejor Barcelona Sporting Club que yo vi, aquel del año 92 que le dio dura pelea al Sao Paulo, múltiple campeón del mundo, ESTABA RUBEN DARIO INSUA…
Y sin conformarse con eso, el poeta asumió en desventaja el durísimo reto de ser Director Técnico del equipo armado por Bucaram, con estratosféricos sueldos y agarrado por Paulson como medio de subsistir. Insúa había llegado a principios de año para hacerse cargo de las divisiones menores, para transmitirle a la cantera la estirpe de jugar en el más grande del Ecuador. Insúa aceptó el reto, y al final nos llevó a la gloria que hoy queremos recuperar.
Cuando muchos dudaban de su capacidad (era fácil ser campeón con Etcheverry, Pipa y Delgado decían), Rubén Insúa nos llevó a otra final de Libertadores, aquella que se le escapó como jugador. Con planteamientos a mi gusto inteligentísimos (ver el empate en el monumental de Pedreros contra Colo Colo) nos volvió a ilusionar. Y en San Januario descargó su bronca al ver que pese a la entrega, el rival era superior… CÓMO SE PUEDEN OLVIDAR???
Me da mucha pena ver la ignorancia de las nuevas generaciones (pocos afortunadamente) que se dejan llevar de periodistas podridos (no me refiero rasgos faciales) que por los intereses de sus "amigos", hoy quieran destruir lo que RUBEN DARIO INSUA hizo por Barcelona.
El más grande extranjero que haya vestido estos colores, CAMPEÓN como jugador y como entrenador, emisario de nuestra historia más allá de las fronteras. ¿Porque mejor no ponen en una balanza lo que aquellos aparecidos del momento, algunos durante mas de 20 años, han hecho a favor del club? Con suerte existimos los gratos, los lúcidos, que le dimos gracias aquel 25 de enero de 1998 por regalarnos la que hoy es nuestra última estrella, y le agradeceremos toda la vida por la entrega y el amor a nuestra camiseta.
¡¡¡PROFE INSUA, MUCHAS GRACIAS POR TANTO Y PERDON POR TAN POCO!!! Ninguna rata de ahora podrá destruir lo que la hinchada siente por Usted.
Escrito por Jorge Ivan Puno
Fuente: http://www.agrupasiontorera.com/