El entrenador de Barcelona tiene como cábala un crucifijo. Gustavo Costas completa su entrenamiento con dos compatriotas suyos, con los que trabaja desde hace cinco años. Tiene tres campeonatos en su carrera
Barcelona enfrentará a Emelec el domingo en el Estadio Monumental (17:00), en una nueva edición del Clásico del Astillero. Gustavo Costas aún no recupera su equipo titular, porque dos de sus defensas están lesionados y Damián Díaz está en duda. Es común ver que antes de cada partido el entrenador lance una oración al cielo. La fe, la confianza en su equipo y una sólida formación deportiva que le ha permitido llevar una carrera con altos y bajos son la fórmula del trabajo de el argentino de 49 años.
Ahora ya está en la final del campeonato con Barcelona y busca nuevamente el primer lugar en la segunda etapa. Aplicando esquemas en la cancha que suenan conservadores (4-4-2 o 4-3-1-2), ha conseguido triunfos desde que comenzó su carrera en solitario, en 1999. Dice que de Carlos Bilardo, César Luis Menotti, Salvador Ragusa, Miguel Ángel Russo y Carlos Bianchi sacó lecciones importantes. Pero, sobre todo, la idea de que quien se mete al fútbol vive de él las 24 horas.
El arquero Máximo Banguera dice que, en las charlas, Costas exige atención y concentración para captar sus planteamientos. Para eso recurre a los análisis de partidos anteriores. Luego, da motivación. "Siempre nos dice que esta es la oportunidad de cambiar nuestras vidas. Nos aconseja mucho y cambió nuestra mentalidad. Él es un técnico ganador, y eso nos transmite".
Costas, es un técnico devoto del cristianismo, por lo que en cada partido besa un Cristo de oro que cuelga de su cuello. En 2010 fue nombrado socio honorario de la Cuadrilla 17 Guardianes del Señor y pasó a ser parte de la Hermandad del Señor de los Milagros.
Antes de llegar Barcelona, Costas vivía en Buenos Aires junto a su esposa. Él estaba desempleado, luego de haber sido despedido del Al-Nassr de Arabia. La mejor etapa profesional de Costas ocurrió años atrás en Perú, cuando hizo bicampeón al Alianza Lima (2003-2004). Un año después, en Paraguay, hizo campeón al Cerro Porteño. Siete años más tarde, busca repetir un campeonato con Barcelona.
Fuente: www.hoy.com.ec