viernes, noviembre 02, 2012

El Astillero fue una fiesta hace 20 años

La temporada de 1992 registró seis Clásicos del Astillero en los que predominaron las victorias de visita. En el campeonato nacional Barcelona jugaba como dueño de casa en el estadio Monumental desde 1988, y Emelec era anfitrión en el Capwell, remodelado en 1991. La era del Modelo había finalizado.

Hubo dos triunfos azules (seis goles a favor), dos empates y dos veces ganaron los amarillos (cinco tantos anotados).

El primer duelo de hace dos décadas se realizó el 8 de marzo y su inicio se retrasó casi dos horas por un torrencial aguacero. ‘Lluvioso triunfo barcelonés’, tituló este Diario sobre los tres puntos ganados por los canarios en el Capwell.

A los 35 minutos Ángel Fernández venció al arquero Víctor Mendoza y puso arriba a los locales; Carlos Muñoz empató a los 69m y Rubén Insúa “con un violentísimo disparo sorprendió a Jacinto Espinoza” a los 89m para concretar el 1-2.


En ese partido debutó en primera división Iván Hurtado, como defensa millonario.

El 25 de junio de 1992 hubo revancha cuando Emelec “se tomó el Monumental”. Este Diario comentó que “la estupenda actuación de ambos conjuntos agradó al público”.

Muñoz abrió la cuenta para los toreros, pero a los 30m “Marcelo Pepo Morales, el mejor jugador de la cancha, que marcó y apoyó en todo momento, rubricó su actuación con un estupendo gol” de sombrerito que sorprendió a José Francisco Cevallos. Otro argentino, José Campos, hizo ganar a la visita con una conquista a los 76m.

El 23 de agosto, en el tercer enfrentamiento del año, hubo ‘Muchas ganas y cero goles’ en el Monumental en “un Clásico que dejó a los aficionados resignados por no poder gritar las tan ansiadas anotaciones”.

‘Un penal frenó a Emelec tras catorce fechas invicto’, rotuló este Diario la información de la victoria de Barcelona 0-1 en el escenario de su rival, conseguido con gol del Poeta Insúa el 6 de septiembre. La crónica reprochaba el “acto bochornoso” cometido por “tres hinchas amarillos” que intentaron agredir al Pepo Morales a la salida del estadio. La madre del volante argentino, que lo acompañaba, se desmayó y fue atendida por los médicos emelecistas.

El 4 de octubre de 1992 ‘Se jugó con garra y corazón’, según el título de El Mayor Diario Nacional, que reseñó que esos dos aspectos “pudieron más que las tácticas y esquemas que prepararon los entrenadores de ambos conjuntos”. El compromiso terminó igualado a 1.

Raúl Pavito Noriega abrió la cuenta para Barcelona, a los 27m. El Pepo, de penal, emparejó el marcador a los 71m, de manera dramática porque su tiro “casi lo desvía Carlos Luis Morales”. El Clásico se jugó en un Capwell abarrotado.

El 1 de noviembre se cumplió el último enfrentamiento de 1992. En el estadio de los amarillos hubo ‘Show eléctrico’ con un “indiscutible triunfo 0-2. El Pepo Morales, “con un derechazo” (30m) y Enrique Verduga, “con un suave toque” (85m), marcaron para los millonarios.