Los “amarillos” no ganaban en Quito desde el 24 de marzo cuando vencieron a la Universidad Católica. Los desiertos graderíos del estadio de El Batán fueron un marco atípico en el choque entre “chullas” y “toreros”. La Policía Nacional hizo acto de presencia en el exterior e interior del estadio.
Debieron transcurrir 175 días para que el Barcelona volviera a ganar en el Estadio Olímpico Atahualpa. El domingo 24 de marzo de este año, con anotaciones de Hólger Matamoros y Ariel Nahuelpan, los “canarios” vencieron a la Universidad Católica por 2- 0.
Desde entonces, lograr un triunfo en el mismo escenario se le hizo muy difícil al campeón vigente, pero ayer bajo el comando técnico de Luis Soler, Barcelona “sorprendió” y le ganó 2-1 a un Deportivo Quito que siente en la cancha sus problemas dirigenciales.
Un solo período fue suficiente para que el elenco “amarillo” saliera “airoso” del estadio Olímpico Atahualpa, que ayer tuvo un panorama totalmente inusual debido a que el cotejo se jugó sin público.
La total ausencia de hinchas en los graderíos, como consecuencia de la sanción impuesta por la Federación Ecuatoriana de Fútbol para que el club capitalino jugara con los graderíos desiertos a raíz de los incidentes ocurridos en el compromiso ante Liga de Quito, provocó un ambiente distinto al de otros fines de semana. A la “fiesta del fútbol”, le faltó el principal ingrediente: la presencia de los espectadores y su aliento desde las gradas.
Deportivo Quito no contó con el empuje de su parcialidad y aquella circunstancia se reflejó en el campo de juego, pues, además de la notoria falta de fútbol, no tuvo precisión ni efectividad en sus incursiones.
Desde los 25 minutos, Barcelona se mostró mucho más ordenado y concentrado, una vez que Federico Nieto, Walter Calderón y Álex Colón dejaron escapar sendas oportunidades para poner en ventaja a la oncena quiteña.
Con la complicidad del arquero uruguayo Fabián Carini, Barcelona se puso en ventaja en forma sorpresiva, a los 24 minutos, por medio de Roosevelt Oyola tras un pase en diagonal de Michael Arroyo.
Los yerros defensivos del cuadro azul grana, fueron capitalizados en gran forma por la visita y a los 37 minutos amplió la ventaja.
Juan Carlos Paredes, que volvió a lucir su acostumbrado nivel, se convirtió en un atacante más y tras espectacular corrida, retrasó el pase a Michael Arroyo, quien tras salir de la marca rival, ensayó sorpresivo y potente remate a ras de piso desde 28 metros y logró el segundo tanto.
La fracción complementaria mostró a un Deportivo Quito con un radical cambio de actitud. El ingreso del debutante David Quiroz y Giovanni Caicedo, en sustitución de Ederson Valencia y Luis Romero, tonificó el accionar del equipo que ensayó una mejor y más eficaz producción ofensiva.
Xavier Chila alcanzó el tanto del descuento a los 54 minutos tras una maniobra de Álex Colón, quien dejó al rioplatense Federico Nieto para la proyección sobre el costado diestro por donde se perfiló e hizo daño el autor del gol.
Mientras Barcelona se mostraba en plan calculador con ocasionales apariciones de los volantes ofensivos Matamoros, De la Torre y Michael Quiñónez, el conjunto dueño de casa se volcó sobre campo rival en procura del empate que estuvo muy cerca de conseguirlo por medio de Colón y el propio Chila, pero Banguera les negó la ocasión.
Fuente: El Telégrafo