Tres minutos antes de que finalice el partido entre Deportivo Cuenca y Barcelona, la hinchada del equipo guayaquileño empezó a festejar. En la general y en la tribuna norte del estadio Alejandro Serrano Aguilar de la capital azuaya, donde fueron mayoría, se escucharon cánticos como “Un solo ídolo tiene el Ecuador…”.
En ese momento se enteraron que el partido en el estadio Reina del Cisne de Loja acabó igualado y ese resultado los clasificaba a la final del torneo ecuatoriano. En la tribuna norte Juan Casquete, de 27 años, se abrazó con sus amigos que llegaron desde Guayaquil, la madrugada de ayer.
No le importó la derrota ante el ‘Expreso Austral’ y casi ni se fijó en las últimas acciones del cotejo, “el resultado ya no interesa, porque el objetivo se logró. Estamos en Copa Libertadores y en la final”.
Cuando se acabó el cotejo en la capital azuaya, decenas de hinchas ingresaron al campo de juego para abrazar a sus jugadores, quienes se reunieron en el centro del campo. Ayer, en Cuenca, hubo más de 20 000 aficionados en el escenario, más de 14 000 fueron del conjunto amarillo.
Los dirigentes del Barcelona también se dieron modos para entrar al campo de juego. Lo hicieron a través del túnel de ingreso de los árbitros. La felicidad en los rostros de Luis y Antonio Noboa era evidente. Se abrazaban y concedían cortas entrevistas.
Después con algunos jugadores como el arquero Máximo Banguera felicitaron a la hinchada de la general, principalmente. Los cánticos como “Barcelona campeón, Barcelona...”, seguían.
En ese instante, la mayoría de aficionados cuencanos ya salió del escenario para evitar incidentes, de acuerdo con el plan de seguridad activado por el ECU-911 de la capital azuaya. En el reporte no hubo disturbios.
En Cuenca no hubo un festejo extenso, la mayoría de aficionados de Barcelona salió pronto del estadio. Entre felicitaciones y gritos de victoria se dirigieron hacia la Circunvalación Sur de Cuenca para tomar sus buses y retornar.
Llegaron cerca de 40 buses solo desde Guayaquil. A parte había aficionados que arribaron de Machala, Santa Rosa, El Triunfo… Otros hinchas se dirigieron a la terminal terrestre donde pugnaban por un boleto de regreso. Los buses de la Alianza Atrain que viajan entre Cuenca y Guayaquil salieron llenos la tarde de ayer.
Para el orense, Luis González, el festejo será con el resto de la hinchada en Pasaje, “lo importante es retornar”. Para el regreso, la Empresa Municipal de Movilidad ejecutó un plan en las vías de salida de Cuenca. La idea fue evitar accidentes de tránsito.
Pasadas las 14:30, en el estadio Alejandro Serrano Aguilar solo se quedó un centenar de aficionados visitantes quienes esperaban la salida de Barcelona. Los policías montados a caballo y con barreras metálicas formaron dos cercos de seguridad.
En el camerino norte, los jugadores y dirigentes festejaron a puerta cerrada. El técnico Gustavo Costas era uno de los más contentos por ganar la etapa. En otros sectores de Cuenca había festejos de los aficionados locales por la victoria y de los hinchas visitantes por la clasificación a la final y a Copa Libertadores.
En el Centro Histórico y la avenida Remigio Crespo se escucharon los claxon de los automotores. También había aficionados que portaban banderas amarillas.