Luego de que Barcelona se proclamara ganador de la primera etapa, los festejos en Guayaquil no se hicieron esperar. En el Guasmo Sur, un grupo de aficionados protagonizó la caravana de la victoria en la que los hinchas se subieron a una volqueta para recorrer las principales calles de ese sector.
Entre lágrimas, cánticos y ovaciones, los fanáticos “amarillos” no ocultaron su alegría al saber que verán a su equipo disputando una nueva final por el título, que les ha sido esquivo desde hace 14 años.
“Barcelona es la pasión, es Ídolo, vamos a ser campeones”, gritaban durante el recorrido los emocionados simpatizantes “canarios”, a los que poco a poco se fueron sumando decenas de automóviles y motos.
Pero antes de las celebraciones sí que sufrieron. Raúl Reyes, un aficionado del Guasmo Sur, contó que no pudo dormir pensando en el momento del encuentro entre “amarillos” y “colorados”, disputado ayer en el Alejandro Serrano Aguilar.
Durante el partido, los nervios y la ansiedad eran una constante, producto de ello en varias ocasiones se tomó la cabeza, más aún cuando Byron Cano marcó el gol con el que el Deportivo Cuenca venció finalmente al Barcelona.
Pero tras el pitazo final, los nervios se transformaron en alegría. Los diferentes puntos de Guayaquil se pintaron de “amarillo” y en las calles las personas no dejaban de cantar por un “Ídolo” que solo estaba dormido.
En el mismo sector, un aficionado salió con una peluca y una trompeta. Alfonso Canto alentaba a su equipo con la esperanza de que consiguiera el empate y su visión le jugó una mala pasada cuando Iván Borghello alcanzó a rozar el esférico que pasó desviado.
Además, su hijo Víctor reprochó constantemente el accionar de los jugadores, que atacaban pero no anotaban. Cuando el juez central pitó un penal a su favor, la ilusión fue mayor porque avizoraban el tan ansiado empate. Lamentablemente, Narciso Mina erró el tiro poniéndole tensión al ambiente.
Los hinchas tenían su mirada puesta en el partido y los oídos en la radio para escuchar lo que sucedía en Loja, donde el local empataba sin goles con Independiente. La “Garra de Oso” tenía que ganar para proclamarse finalista del campeonato.
Al escuchar que en el estadio Reina del Cisne terminó igualado el partido calmaron sus ansias y con fuegos artificiales como marco gritaron “Barcelona Campeón”.
Otro punto de encuentro de los fanáticos fue Urdesa, donde Francisco Macías aseguró que “Ecuador necesita que Barcelona sea campeón. Le hace bien al país”.
En el centro, en la avenida 9 de Octubre, la vía estaba totalmente cerrada y se escuchaba el eterno “un día viviré vistiendo la amarilla…”, que cantaban los aficionados.
Los festejos también se vivieron en Nobol, Loja y Manabí... Lamentablemente no todo fue alegría, ya que un policía motorizado que custodiaba una caravana en Manta fue atropellado y murió.
Fuente: www.eltelegrafo.com.ec