Sobre autos, camionetas o rejas, la hinchada amarilla improvisaba asientos para ver la llegada de los jugadores de Barcelona a Guayaquil. El avión aterrizó en la Base Aérea de la Fuerza Armada del Ecuador, en el norte de la urbe.
“Volveremos, volveremos. Volveremos otra vez. Volveremos a ser campeones…”, coreaban los cientos de hinchas que taponaban la avenida Carlos Luis Plaza Dañín a las 16:30 de ayer. El pito de los autos, el sonido del acelerador a fondo y el de cornetas de mano llevaron el ambiente de la cancha a la calle.
Poco después de las 17:00 salió de la Base el bus de dos pisos descapotado. ‘Barcelona vs El que sea’ decía en la parte superior junto al escudo del equipo. Desde la parte de arriba, los jugadores y directivos saludaban.
“Díaz no te vayas”, repetía en alta voz la hinchada. Uno de ellos era Jorge Quiñónez, de 47 años. “El aficionado está aquí celebrando algo que tenía retenido”, dijo.
Jorge Chihuiza, de 31 años, llevó a su esposa, tres hijos, sobrino y perro a darle la bienvenida al equipo canario. Que Barcelona haya ganado la primera etapa le permite “volver a soñar en que vamos a ser campeones”.
Banderas, pancartas y camisetas teñían la acera durante el recorrido que tenía como destino el estadio Monumental. “Perdemos 1-0 y somos finalistas, ustedes ganan 5-0 y siguen siendo mediocres”, había escrito Clara Mata, de 54 años, sobre una cartulina. Sus dos hijas la acompañaron. “Estamos felices, esto va de generación en generación. Mi nieta es barcelonista como yo”, dijo al ritmo de un tambor.
Fuente: www.elcomercio.com