Sobró alegría. Eran las 13:55 y el árbitro del partido, José Espinel, dio el pitazo final del cotejo. Jugadores, cuerpo técnico e hinchada del “Ídolo” se abrazaron con fuerza, pues lograron la clasificación a la final del campeonato, pese a perder 1-0 ante Deportivo Cuenca, ayer en el Alejandro Serrano.
Damián Díaz y Narciso Mina se acercaron a festejar con los fanáticos “toreros” que se apostaron en la general norte. El color amarillo brilló aún más, pues el sol apareció durante la mañana y tarde de ayer. “Un solo Ídolo, tiene el Ecuador, Barcelona campeón…” corearon al unísono los 14.000 aficionados “canarios” que asistieron al escenario deportivo.
El DT Gustavo Costas se abrazó con todos los que pudo. Jugadores y hasta uno que otro hincha que ingresó a la cancha gritaron con fervor junto al estratega, que llegó para dirigir al equipo luego de la salida de Luis Zubeldía, en la fecha 10.
Aunque el resultado no benefició, pues Barcelona cayó ante el “Expreso Austral”, el equipo más popular del fútbol ecuatoriano consiguió algo que no obtuvo desde el primer semestre de 2005: Una final al Campeonato Nacional.
José Ayoví salió del compromiso a los primeros 20’, tras una lesión en su pierna derecha. El dolor lo dejó de lado por la felicidad, y festejó el paso a Copa Libertadores, levantando la extremidad afectada. En los interiores y exteriores del escenario la chicharra tradicional del equipo guayaquileño sonó continuamente.
El partido entre “morlacos” y “canarios” se inició con emociones. Recién se jugaban 30 segundos y el “morlaco” Julio Angulo de cabeza estrelló el balón en el vertical izquierdo de la portería de Máximo Banguera.
En los graderíos, los aficionados dueños de casa se encendieron, mientras los visitantes aguardaron con tranquilidad. Barcelona intentó jugar en campo enemigo, pero la coordinación entre los ofensivos no fue la esperada. Byron Cano apagó la emoción guayaquileña. El delantero “rojo” disparó un tiro libre que se abrió por la izquierda, Narciso Mina no pudo desviar el balón, y llegó el único tanto del cotejo a los 14’.
En los graderíos la gente se dio vuelta y preguntó a quienes transmitieron el juego el marcador entre Liga de Liga e Independiente, y la respuesta fue 0-0.
El balón detenido fue una de las alternativas que encontró el “Ídolo” para causar peligro en la portería de Marcelo Ojeda. A los 22’ un tiro libre de Damián Díaz encontró la cabeza de Luis Caicedo, pero el remate se fue apenas desviado del palo derecho del portero. Ocho minutos después, un corner ejecutado por el “Kitu” encontró nuevamente a Caicedo, quien golpeó de testa y produjo la estirada del golero rival.
Iván Borghello, quien remplazó al lesionado José Ayoví a los 28’, tuvo la posibilidad de igualar las cosas a los 40’, cuando cabeceó solo ante la salida de Ojeda, pero el balón salió, de nuevo, desviado.
Para la etapa de complemento, el estratega Gustavo Costas realizó la variante de Hólger Matamoros por Luis Caicedo. El resultado no fue el esperado; la “Polilla” no trascendió.
El juego fue emocionante en el campo y en las tribunas. La afición de los “colorados” en más de una oportunidad engañó a los hinchas “amarillos” gritando un gol de Liga de Loja. Los fanáticos del equipo del astillero al percatarse de que era una broma, volteaban y respondían con ademanes obscenos, pues de haber sido cierto, el pase a final era para los adiestrados por Paúl Vélez.
A los 65’, Borghello fue derribado en el área por Paniagua y el árbitro sentenció el penal. Narciso Mina remató y Ojeda atajó lanzándose a su derecha. La hinchada amarilla se tomó la cabeza luego de esa acción.
A falta de 2’ para la culminación del tiempo reglamentario, la fanaticada amarilla se unió en un solo grito, pues se enteró de que Liga de Loja e Independiente empataron 0 a 0.
Barcelona peleará en diciembre por la estrella número 14, la misma que le ha sido esquiva desde 1997. Su primer partido de Sudamericana, certamen al que también clasificó, será ante el Deportivo Táchira venezolano.
Fuente: www.eltelegrafo.com.ec