Gustavo Costas le tiene tomado el pulso al Emelec de Gustavo Quinteros, contra el cual no ha perdido desde que llegó el año pasado al país. Otra vez sus estrategias fueron más efectivas y el conjunto que dirige venció por 2-0 a su acérrimo rival.
Barcelona fue el equipo que más buscó el arco contrario en la primera parte. Aunque el conjunto “eléctrico” era el que tenía el control del esférico, no lograba conectar su medio campo con la delantera, en donde la mayoría de ocasiones Marlon De Jesús se encontraba muy solo.
La chance más clara del cuadro visitante se dio a los 8 minutos cuando De Jesús aprovechó un error del centro del área local. Entró, pero remató débil, fácil para el arquero.
Los amarillos aprovechaban de mejor manera la posesión del balón. A través de su banda derecha, donde estaban Juan Carlos Paredes y Pedro Velasco, creaban acciones de peligro, ya que superaban constantemente a Óscar Bagüí, quien no tuvo un buen partido.
Matías Oyola, como en el Clásico pasado, fue el motor de los “toreros”. Manejó los tiempos e incluso generaba acciones de ataque, pero eran controladas por la defensa azul que no se mostró tan sólida como en otros ocasiones.
Cuando corrían los 36 minutos Barcelona tuvo su mejor opción. Desde la defensa José Luis Perlaza envió un pase largo a Geovanny Nazareno que tomó a la última línea azul adelantada y disparó de primera, pero la pelota terminó en manos del portero Esteban Dreer.
Luego de esa jugada el encuentro se equilibró más, ya que ambos conjuntos carecían de profundidad e ideas claras para superar la defensa del rival y recurrieron a los remates de media distancia. Por parte de los locales, quien probó fue Carlos Gruezo, pero su tiro fue controlado por Dreer, mientras que por los visitantes fue el también juvenil Carlos Vera en un tiro libre con jugada preparada, pero el remate se fue lejos de la portería defendida por Máximo Banguera.
Con el resultado en blanco y la sensación en el ambiente de que el “Clásico del Astillero” terminaría nuevamente en empate, el primer tiempo finalizó.
Para la segunda parte no hubo cambios de entrada, ambos técnicos prefirieron mantener a sus alineaciones titulares. Los amarillos dieron dos golpes “letales” a su rival de manera temprana en el segundo tiempo. A los 48 y 51 minutos Ariel Nahuelpán convirtió de cabeza. El primero fue producto de una falta de Pedro Quiñónez sobre Pedro Velasco cerca del área azul. Matías Oyola cobró el tiro libre al centro del área donde el delantero argentino colocó el esférico al ángulo inferior de Dreer.
El segundo nació de los pies de Michael Arroyo, quien desbordó por la banda derecha donde superó la marca del joven Carlos Vera y envió un centro que Nahuelpán otra vez convirtió en gol superando la marca de los centrales visitantes.
Los dos tantos despertaron el orgullo de los jugadores “millonarios” y trataron de acortar las distancias de forma rápida, pero la defensa “canaria” no cedía.
Todo se complicó más cuando al minuto 72 Pedro Quiñónez volvió a ser amonestado por agresión a Nahuelpán y fue expulsado.
Con el pasar de los minutos los amarillos controlaron las acciones e incluso tuvieron más opciones para aumentar el marcador, pero no se modificó. Con el pitazo final de Miguel Hidalgo la hinchada “torera”, una vez más, pudo irse del estadio Monumental con la felicidad de saberse superior a su clásico rival.
Fuente: El Telégrafo