miércoles, febrero 13, 2013

Un sorbo agridulce para Barcelona

El volante Damián Díaz, de Barcelona, tuvo una noche de contrates, en un partido frenético. Anotó un golazo desde fuera del área, pero al final se fue con iras y frustración al camerino por el empate ante Nacional 2-2.

Barcelona tenía todo en sus manos para obtener su primera victoria en la Copa Libertadores ante Nacional, en Uruguay, pero los errores propios y los arbitrales dejaron a los toreros con ese sabor agridulce de un 2-2 de lo que pudo haber sido una victoria.

Tanto es así que al finalizar el compromiso, el volante argentino se fue hacia los camerinos haciendo señas de robo ante las cámaras.

Su enojo se dirigía al árbitro Enrique Osses, que no sancionó un penal y tuvo una desatinada actuación a lo largo del encuentro jugado en Montevideo.

Pero una hora antes todo era alegría para el ‘Kitu’. Su gol, el primero de Barcelona, fue un remate desde fuera del área. Díaz iniciaba el año con un golazo.

A los pocos minutos, en una jugada colectiva, Geovanny Nazareno dio un pase a Ariel Nahuelpan, para que este marque el segundo gol para los amarillos. Fueron emociones efímeras para Díaz y el resto de jugadores que al poco tiempo se iban encolerizados por el 2-2.

Si bien ayer el cuadro torero jugó su mejor partido del año, también dejó ir de las manos un triunfo que parecía que estaba asegurado.

A dos meses del título, el conjunto canario todavía no se muestra sólido. Anoche sumó el cuarto partido (tres en el torneo local) en los que el ‘Ídolo’ no puede darle a su hinchada un triunfo.

Sin embargo, ayer, en Montevideo, el cuadro guayaquileño volvió a demostrar ese juego colectivo que lo hizo campeón en el 2012. Con Díaz y Michael Arroyo como ejes del mediocampo junto a un Ariel Nahuelpan que se acopla poco a poco al estilo que desea presentar el DT Gustavo Costas.

Fueron claves los laterales Giovanni Nazareno, por izquierda, y Juan Carlos Paredes, por derecha. Pudo ser la primera victoria en suelo uruguayo en ocho partidos jugados, pero las adversidades pesaron más que la actitud.

Los goles de Díaz y Nahuelpan no fueron suficientes para ganar. Fueron algunas fallas las que le dejaron un sabor agridulce. Una de ellas no saber mantener el balón en los segundos finales cuando estaban ganando.

Otro error fue a los 70’ cuando un error en la zaga permitió a Sebastián ‘El Loco’ Abreu dar un cabezazo para anotar el descuento.

Pese al error Barcelona era más en la cancha y en su juego colectivo. Eso fue hasta a penas cuatro minutos más tarde que José Luis Perlaza saliera expulsado.

De ahí el partido tomó otro rumbo por las equivocaciones propias y las arbitrales. No se sancionó un penal, pero tampoco Matías Oyola anotó en una oportunidad clave.

Al final, fue Iván Alonso, que en los descuentos le dio a los locales un empate que dejó en Barcelona una sensación de injusticia.

Osses, árbitro polémico

Enrique Osses, de 28 años, es un referente en el arbitraje chileno, pero que ha tenido a la polémica como un compañero de profesión. El año pasado estuvo metido en problemas mayúsculos como la final de la Copa Sudamericana en la cual no se jugó el segundo tiempo.

Osses dio por terminado el partido porque Tigre se negó salir a jugar el segundo tiempo por supuestas agresiones a los jugadores del equipo argentino. Sao Paulo se coronó campeón, pese a los reclamos de Tigre en contra de Osses.

En una final de la Libertadores entre Bocas Júnior y Corinthians, Juan Román Riquelme lo crítico. “La Copa también se gana por los árbitros”.

En su país también es mal visto. El año pasado dirigió la final del fútbol chileno y los hinchas de O’Higgins terminaron criticándolo y acusándole ser hincha de Universidad de Chile.

Errores que pesaron

La expulsión infantil del zaguero José Luis Perlaza disminuyó a los toreros que tuvieron dificultades para contener los contragolpes.

El volante Matías Oyola pudo sentenciar el cotejo en el último minuto pero su remate se fue desviado por el lado izquierdo.

El juez no sancionó una clara falta sobre Damián ‘El Kitu’ Díaz en los minutos finales y tampoco aplicó la norma del juego limpio.

Fuente: El Comercio