Habían transcurrido 155 minutos desde que José Luis Perlaza volvió a las canchas tras su sanción de dos meses y un partido. Esta le fue impuesta luego de un Clásico del Astillero en el estadio Capwell, donde además de ver la tarjeta roja por una falta sobre Enner Valencia, el árbitro Carlos Vera consideró que lo había agredido, lo que originó la suspensión.
No pudo jugar el primer encuentro del presente torneo debido a que arrastraba ese castigo. Sin embargo, reapareció ante el Manta y lo hizo sin novedad. En la tercera fecha la historia del 'Zancudo' con las expulsiones se repitió por undécima vez con la camiseta de Barcelona y por vigesimosegunda ocasión en su carrera.
A los 65 minutos, Perlaza disputó un balón con el atacante de Liga Deportiva Universitaria de Loja Danilo Carando y según el defensa del Ídolo "el jugador se desentiende del balón. Después, cuando veo que viene hacia mi cuerpo, levanto los brazos. Chocamos y el árbitro (José Luis Espinel) se deja llevar por las vueltas que da el jugador. Yo lo que quería era protegerme".
Con esta explicación, el central canario sostiene que hay excesiva rigidez en los jueces cuando de él se trata. "Creo que con José Luis Perlaza son drásticos. Yo me lo he ganado por lo que ha sucedido en el pasado, pero insisto en que no me dejan pasar una", comentó el futbolista esmeraldeño.
El zaguero central considera que las continuas expulsiones han provocado que exista un prejuicio contra él y se lo considere un jugador violento, algo que niega. "Hay árbitros con los que estoy en rojo. A lo largo de mi carrera nunca fracturé ni lesioné a nadie, eso me deja tranquilo. Sí tuve inconvenientes con los árbitros y por eso no me dejan pasar nada. Si les hice algo en el pasado les pido disculpas, mi única intención es seguir jugando y tener un gran año con el equipo".
Al mismo tiempo hace un llamado a los colegiados. "Estoy tranquilo, les pido a los árbitros que por favor no sean tan drásticos. A un preso no se le puede juzgar por sus antecedentes", manifestó.
Perlaza asegura que ha tratado de enmendar errores del pasado y no se considera "un angelito". "Se piensa que ser alto es sinónimo de agresividad. No puedo decir que soy un angelito, pero sí he tratado de corregir mis faltas", sostuvo el zaguero luego del entrenamiento de ayer, antes del duelo del domingo ante Liga de Quito. Su puesto será ocupado por el argentino Franco Peppino.
El exseleccionado ecuatoriano tiene el respaldo del cuerpo técnico liderado por Carlos Ischia. "El técnico me dijo que esté tranquilo. En el partido hubo faltas graves hacia nuestros compañeros y no se sancionaron. El primer día me dolió en lo emocional, pero ahora sé que tengo que levantarme".
Un nuevo compromiso establece Perlaza de no ver más tarjetas rojas y, tras entender el malestar de la gente, asegura que saldrá adelante de este difícil momento.
Fuente: Expreso