El cuadro torero no encuentra la brújula. Ayer perdió ante El Nacional, por la mínima diferencia, en un Olímpico Atahualpa lleno.
Los principales pecados estuvieron en la nula generación del juego ofensivo y en la desconcentración de la defensa en las jugadas de pelota quieta.
Durante el primer tiempo, el cuadro canario tuvo más tiempo el balón pero no supo administrarlo. Producto de ello, apenas dispuso de una acción clara para anotar. A los 43 minutos Federico Laurito no pudo definir un centro de Cristian Penilla.
En los papeles, los debutantes Luis Fernando Saritama y Stalin Motta debían convertirse en los organizadores del ataque. Pero en la cancha ninguno de los dos fue capaz.
Saritama, con más entrega física que ideas, se dedicó a ayudar a los volantes en la contención y llegó poco al área rival. No encontró a nadie para juntarse en el costado derecho para armar el ataque.
En cambio, Motta no apareció. Trotó por la cancha intentando juntarse con los demás, pero fue controlado con facilidad por los rivales. Además, cada vez que le llegaba el balón, no tenía un compañero para armar las paredes.
El hombre más claro de los canarios fue Penilla. Él se encargó de recibir la pelota y desbordar por la derecha. Por su velocidad, comandó los contragolpes. En dos ocasiones llegó hasta la última raya. En la primera Laurito desperdició un centro y en la segunda se equivocó en la habilitación.
El Nacional, por su parte, apostó por generar su juego ofensivo con tres futbolistas con dominio de pelota: Marwin Pita, Daniel Samaniego y Pablo Palacios. Su misión era buscar los espacios para que el debutante Carlos Tenorio ingrese a la zona de finalización.
Aquello funcionó tres veces. En las dos primeras el "Demoledor" se demoró en definir y en la tercera el juvenil torero Jason Domínguez impidió que remate al arco.
En el segundo tiempo Barcelona se vio obligado a adelantar las líneas desde el inicio porque a los 48 minutos recibió el gol. Tras un centro, Lenín Poroso cabeceó con libertad dentro del área y envió el balón al fondo de las redes.
Saritama ganó protagonismo. Se juntó con Álex Bolaños y Pedro Velasco e inclinaron el juego ofensivo por la derecha. El mediocampista corrió por toda la cancha, a pesar de que sufrió un corte en la ceja tras un choque con un rival.
Por izquierda, Motta mejoró, aunque sin destacar, por lo que la generación recayó sobre Matías Oyola.
El Ídolo trató con más ganas que ideas, pero no encontró los caminos. Con el ingreso de Ely Esterilla, el entrenador argentino Carlos Ischia buscó una alternativa por izquierda que ayude con desbordes y centros. El atacante no pudo con esta tarea y sus intentos fueron controlados por los criollos.
En los minutos finales Motta cayó dentro del área militar y los integrantes de Barcelona pidieron un penalti. El árbitro central, Carlos Orbe, determinó que no hubo contacto con el futbolista y amonestó a Saritama por el reclamo.
Las ganas de conseguir el empate ocasionaron que los toreros descuiden su defensa. Así, quedaron expuestos al contragolpe. Por esa vía, El Nacional pudo liquidar, pero Pablo Palacios se perdió la más clara: un mano a mano con Máximo Banguera.
Este partido fue una gran prueba para un estadio Olímpico Atahualpa sin mallas y con más de treinta mil personas en los graderíos. Todo se desarrolló con normalidad.
La frase
"Sufrimos ese karma, de que los puntos se nos van en pelotas paradas. En lo demás, vamos mejorando" Carlos Ischia - DT de Barcelona
"Todo nos puede faltar, menos entrega. Hoy hicieron un gran trabajo, apoyados por esa gran hinchada" Carlos Sevilla - DT de El Nacional
Fuente: Expreso