El Barcelona recibió por la décimo segunda fecha al Deportivo Quito en su estadio Monumental de la ciudad de Guayaquil. Marcador final, un “sorprendente” empate a ceros. Con este marcador los toreros no variaron su ubicación en la tabla de posiciones, la quinta casilla sigue siendo su hogar, con 18 puntos y +5 de gol diferencia.
El primer partido en casa del nuevo DT Gustavo Costas no dio el resultado que la fanaticada amarilla quería, o más bien, necesitaba. Un empate sin goles no fue precisamente el empujón anímico ni para jugadores ni para hinchas, pero esa fue la realidad de un partido que no estuvo para nada mejor.
Tanto toreros como chullas en los primeros minutos mostraron al menos un poco de ímpetu y esfuerzo, y a pesar que las porterías fueron atacadas muy poco, ya que el mayor tiempo del partido la pelota rodaba desenfrenadamente por la media cancha, Lanza y Elizaga tuvieron un par de voladas, de esas más para la foto, que realmente necesarias para evitar la caída de su arco.
Barcelona sigue demostrando deficiencias en todas sus líneas; en la zaga, volvimos a ver cuatro, pero esta vez fueron cuatro “centrales” los que ayudaban al arquero torero. Por izquierda Saucedo no lo hizo mal conteniendo a Fidel Martínez, claro, hasta que tuvo gasolina en el tanque, porque ya para el final del encuentro quedo mordiendo el polvo en un par de corridas de Fidel. Por la banda derecha vimos como Erazo sudo la gota fría cuando veía venir a la “hormiga” Paredes. A punta de faltas y maltratos pudo contener en algo a este rápido jugador chulla. Ambos terminaron jugando de a gratis en el partido gracias a la falta de vista del señor de negro.
Perlaza y Campos fueron algo más eficaces en la mitad de la defensa. Ambos gritan, mandan, dan instrucciones, cortan y se ubican bien. Les fue difícil a los de la Plaza del Teatro entrar por la mitad o tener remates sin problemas desde el centro del área. Esperamos que no quede duda alguna que Perlaza, con todo y sus limitaciones, debe ser titular en la alineación barcelonista. Erazo podrá ser muy titular en la selección ecuatoriana, pero no está listo para la responsabilidad de serlo en Barcelona.
En la mitad, sin Matías Oyola y sin Luis Caicedo, al colombiano Amaya le toco de nueva cuenta correrse todo el medio del terreno de juego, el desgaste del jugador fue extremado y al final su frustración y su soledad dio paso a su brusquedad, ganándose así la quinta amarilla y como consecuencia, no estará para el próximo partido contra LDUQ. El chico Grueso hace lo que puede, no desentona “mucho” pero tampoco es solución para la posición en que jugó, le falta todavía marca y visión ofensiva.
¿Y qué podemos decir de Damián Diaz que ya no hayamos dicho? Otra vez paso arrastrado por el piso esperando que le piten alguna falta, amarrando la pelota y queriendo pasar entre dos murallas negras en lugar de alzar la cabeza y pasarla a un compañero mejor ubicado. Así como va, no está justificando la renovación de su contrato. ¿Será coincidencia? La respuesta la tiene solo él. Pero del 10 de la temporada pasada, que incluso estuvo a punto de ser nombrado el mejor extranjero del campeonato, ya no queda nada.
Por su parte MJ Quiñones hizo un gran partido, su juego colectivo empieza a mostrarse. Siempre con la cabeza levantada y poniendo pases precisos y al pie pudo generar las llegadas más limpias al área rival y darle más opciones y habilitaciones a Narciso Mina. Lamentablemente, cuando hubo que hacer un cambio para buscar el triunfo, el técnico argentino prefirió dejar en cancha a su compatriota que hacia un terrible partido y sacar al ecuatoriano que había tomado como suya la responsabilidad de llevar al equipo a la victoria. Una vez más la partida de nacimiento le juega una mala pasada a uno de los nuestros.
El chico Ayoví y Mina no están siendo el “dúo dinámico” que todos esperábamos, la amarilla al parecer los desorienta, porque no se encuentran, no se pueden conectar de la manera que lo hicieron durante todo el 2011. No fue un mal cotejo de Ayoví, pero no fue suficiente y para colmo de males, salió lesionado al final del primer tiempo. Así se dio paso al regreso de Borghello, a quien no se le puede pedir más de lo que dio ya que regresa de una larga para debido a una lesión. Y a consecuencia de lo anteriormente dicho, el ataque amarillo fue muy tibio.
Lastimosamente los toreros no encuentran la ruta de la victoria en su propia casa. Al parecer la maldición de no poder encontrar “al técnico adecuado” sigue siendo la pesadilla que atormenta a todos los barcelonistas. El interminable carrusel de técnicos es el primer obstáculo para poder conquistar esa estrella 14. Ojala alguien se diera cuenta que la clave está ahí y no en traer solamente a los seleccionados ecuatorianos a las filas toreras.
El próximo partido como todos sabemos es en el estadio Casa Blanca de los de LDUQ. La historia en ese estadio la conocemos todos, y si Costas no hace algo efectivo durante esta semana, los de blanco tendrán la fiesta completa: casa llena, bolsillos repletos y tres puntos más.
Toreros, todos seguimos desesperados al ver a nuestro equipo en picada. Ya nos hemos dado cuenta que la situación no mejora sin importar quien este en la oficina del presidente ni quien se enfunde la amarilla para defenderla en el césped. Pero a pesar de aquello, todo aquel que se sienta con derecho a llamarse “hincha torero” debe seguir apoyando y respaldando a “Barcelona.”
Jamás nos cansaremos de recordarles que el Barcelona es nuestro, de los hinchas, y que cuando las cosas estén hechas y todo esté dicho, somos nosotros y nadie más los que se quedarán a frentear las adversidades y a defender la sagrada amarilla. Es por eso que el aliento nunca debe morir y la fe nunca debe abandonarnos.
Barce, tus hinchas contigo siempre al pie del cañón, ¡que vengan los blancos!, ¿quién dijo miedo? ¡Los toreros no corremos, luchamos contigo hasta el último segundo de cada partido!
Abrazos desde Pennsylvania,
Alexandra K Ortiz
