José Amaya está disfrutando de su primera experiencia en el fútbol internacional. El Ringo es considerado uno de los mejores extranjeros que ha llegado al fútbol ecuatoriano esta temporada y es figura e ídolo en el Barcelona de Guayaquil, equipo insignia del vecino país.
El volante barranquillero, que siempre mostró su deseo a principio de año de seguir en Junior, se propuso como objetivo demostrar que su fútbol sigue estando en un alto nivel. El Ringo habló con El Heraldo y le contó cómo va su vida en Ecuador y los retos que tiene esta temporada con el Barcelona. “Mi gran deseo es abrir un nuevo mercado para el futbolista colombiano en el exterior”, afirmó.
¿Cómo va su adaptación al fútbol ecuatoriano?
La verdad que ha sido muy rápida. Estoy muy contento por eso. Cuando uno encuentra compañeros que te hacen las cosas más fáciles tú te adaptas más rápido. Gracias a mi Dios las cosas me están saliendo muy bien en un club importante como el Barcelona, que tiene muchos años de no ser campeón, pero que todos sabemos que es el más grande del Ecuador. Estoy satisfecho porque las cosas, hasta el momento, me están saliendo muy bien y todo el mundo está contento conmigo.
Según informa la prensa, usted ha sido considerado el mejor extranjero que ha llegado esta temporada al fútbol ecuatoriano ¿cómo analiza su presente?
Gracias a Dios. Ser considerado el mejor extranjero en Ecuador me llena de orgullo. Nada más me he perdido un partido por culpa de una lesión en el tobillo. He sido de los que más he jugado en el equipo. El futbolista siempre busca continuidad y aquí, gracias a mi trabajo, la he conseguido.
Después de todo lo que se vivió en torno a su salida de Junior ¿siente que fue acertado este paso al fútbol ecuatoriano?
No sé si fue acertado, pero la verdad yo soy una persona de Dios y todo se lo dejé a Él. Este ha sido un paso muy importante para mí en lo personal, también para mi familia en la parte económica. Quiero abrir otro mercado para el futbolista colombiano y por eso trabajo incansablemente. Para nadie es un secreto que yo quería seguir en Junior, pensando en la estabilidad de mi familia, pero así se dieron las cosas y ahora estoy triunfando en Ecuador.
Siendo esta su primera experiencia en el fútbol internacional, ¿qué extraña de Colombia?
Extraño todo, la familia, los amigos, la ciudad, la comida. Cuando uno se va a otro país se vuelve sensible con todo, pero bueno, el buen momento por el que paso, los grandes amigos que he hecho en el equipo y la gran aceptación que ha tenido uno aquí, lo hacen sentirse más cómodo. Estoy contento en Guayaquil.
¿Ha seguido la campaña que viene realizando Junior esta temporada?
Claro que sí, como todo hincha siempre estoy pendiente del equipo. Cada vez que me levanto, antes de irme para el entreno, me meto en la página de El Heraldo para ver que hablan del equipo (risas).
¿Cómo le ha parecido la participación de Junior en Copa Libertadores?
Es un torneo muy duro, muy exigente. La verdad que le tocó un grupo complicado y las cosas no le han salido de la mejor manera. Junior siempre debe, como equipo grande y de jerarquía que es, pasar a la segunda ronda. Vamos a ver cómo termina esta fase. Ellos tienen un gran equipo y pueden salir adelante. Ya lo han demostrado.
Muchos hinchas lo recuerdan y han mencionado que donde más problemas ha tenido el equipo ha sido en la zona de recuperación, una posición donde usted siempre se consolidó…
Es lindo saber que la hinchada de Junior valore todo lo que he hecho por el club. Como siempre lo he dicho, las veces que he estado en Junior siempre he dado lo mejor de mí, porque soy hincha de ese equipo. Gracias a Dios, siempre he tenido la bendición de salir por la puerta grande, siendo campeón. De igual manera, Junior tiene grandes jugadores, hay que tener paciencia y ojalá todo le salga bien este semestre.
Su presente en Ecuador también es una respuesta para esas personas que en algún momento no creyeron en las capacidades de José Amaya…
Mi presente en Ecuador es algo que me llena de mucho orgullo. Todo es producto del trabajo, del esmero, la disciplina y me gusta que las personas aquí en Ecuador reconozcan mi trabajo. No quiero callar a nadie, solo trabajo por el bien mío y de mi familia.
¿Hay muchos colombianos en el fútbol ecuatoriano?
Pues por aquí esta Luis Fernández, arquero samario que estuvo conmigo en el título de 2004 con Junior. También está Omar Guerra que tiene años de estar aquí, que es barranquillero, que estuvo conmigo desde niño jugando intercolegiales y nos conocemos muy bien. Aquí no hay casi colombianos, hay muchos argentinos. La mayoría de los extranjeros y técnicos en el fútbol del Ecuador son argentinos.
¿Económicamente es rentable para un jugador el fútbol ecuatoriano?
Sí es rentable. En comparación al fútbol colombiano yo creo que sí. Son clubes serios, el fútbol ecuatoriano anda en un buen momento económico y muchos quieren venir. En Colombia seguro hay jugadores que ganan muy bien y no tienen necesidad de salir, pero para otros futbolistas este sería un buen mercado.
Después de todo lo vivido en Junior, ¿sueña con retornar algún día o definitivamente ese capítulo en su carrera ya lo cerró?
Con Junior, la verdad, siempre dejo las puertas abiertas, porque es mi equipo del alma. Las veces que he estado, he disfrutado y me ha ido muy bien. Sé que la gente en Barranquilla ha reconocido mi trabajo. Ustedes los periodistas también lo han hecho y se los agradezco. Siempre tendré la ilusión de regresar algún día. Estoy agradecido con Junior, porque fue el equipo que me dio la oportunidad de ser profesional y porque ahí conseguí mi primer y último título en Colombia.
¿Hasta cuándo tiene contrato con el Barcelona de Ecuador?
Hasta el 31 de diciembre, pero hay grandes posibilidades de seguir. Todos en el club están contentos conmigo y la ilusión mía es abrir otro mercado para el futbolista colombiano.
Y salir campeón para no romper esa racha de títulos que ha conseguido en los equipos donde ha jugado…
(Risas) Imagínate. Esa es una de las cosas que la gente dice, que cuando el Ringo toca equipo lo saca campeón (risas). Quiero quedar campeón con el Barcelona de Guayaquil, un equipo grande del Ecuador, que tiene 15 años esperando por una gran alegría.
