En un deslucido partido, el equipo canario empató ayer con Deportivo Quito a 0 y se mantiene en la quinta ubicación de la tabla de posiciones del campeonato nacional de fútbol.
Barcelona no sabe ganar en el estadio Monumental. Ayer los toreros, en un deslucido partido, cedieron su quinto empate en casa en esta temporada, al igualar 0-0 ante el Deportivo Quito.
Este fue el segundo compromiso del argentino Gustavo Costas al mando amarillo. El gaucho sumó en menos de una semana su segunda igualdad (el miércoles fue 1-1 con Emelec).
Deportivo Quito no tuvo problemas para controlar a los canarios, que fueron lentos en su accionar, y esto permitió que los locales pudieran anticiparse a las jugadas de peligro de los locales.
El trámite del compromiso fue con pocas opciones de gol y a ratos el juego se tornó aburrido. Barcelona trató de vulnerar el arco de Marcelo Elizaga, quien estuvo solvente en sus acciones y fue la figura de los quiteños.
A los 23 minutos surgió la combinación entre Damián Díaz para José Ayoví, quien por la banda izquierda envió un centro para Narciso Mina, pero este no pudo ante la salida del golero azulgrana.
Los dirigidos por Carlos Ischia esperaron a su rival y generaron contraataques con salidas rápidas de Fidel Martínez, Maximiliano Bevacqua y Luis Saritama.
A los 31 minutos, nuevamente cedió un pase para Mina, pero el atacante amarillo envió su disparo por encima del horizontal.
Cerca del final de la primera etapa, Michael Jackson Quiñónez cedió un pase para Mina, pero este no alcanzó a controlar el balón.
En el segundo tiempo, Barcelona mostró una leve mejoría en su rendimiento, generó mayores llegadas de peligro, pero sus jugadores fallaron en la definición.
El DT Costas trató de que su equipo fuera más punzante en ataque, con los ingresos de Iván Borghello y Jorge Ladines, además del volante machaleño Hólger Matamoros, sin embargo, las variantes no dieron el resultado esperado.
Apenas se jugaba un minuto del reinicio del duelo y Martínez inquietó el arco de Damián Lanza. El atacante chulla recibió un centro, desde la derecha de Saritama, y su cabezazo pasó cerca del poste izquierdo del arco amarillo. A medida que avanzó el tiempo, los canarios atacaron con desesperación y esto provocó llegar al área rival con desorden en sus líneas.
Sobre el final, fue el Deportivo Quito el que controló las acciones y con el contraataque puso en apuros a los jugadores locales, quienes no encontraron reacción.
Fuente: www.eluniverso.com