Barcelona Sporting Club recibió al Club Sport Emelec en el Estadio Monumental para disputar la sexta fecha que los azules habían pedido aplazar debido a su participación internacional. Así se jugó el Clásico del Astillero número 194 donde el marcador final fue 1x1.
Con estadio lleno, a pesar de ser miércoles, los del Astillero regalaron a sus hinchadas un partido digno de un Clásico. Jugando en algunas ocasiones más con ímpetu que con futbol, ambos elencos tenían como objetivo no solo ganar, sino aplastar al rival y establecer su supremacía.
El primer tiempo fue claramente favorable para los eléctricos en donde incluso se pusieron adelante en el marcador. Tal vez más por mérito propio que por error de los toreros, Enner Valencia deja apilados y desparramados cuanto amarillo se le cruzó por el camino hasta llegar al punto penal y acribillar a Lanza y así concretar la primera anotación del Clásico.
Los visitantes tuvieron varias oportunidades de alargar el marcador a su favor durante el cotejo; la más clara fue una pelota que Mariano Mina dentro de los 5.50 revienta contra el horizontal durante una confusión general donde nadie sabía donde había quedado el esférico hasta que se la encontró Perlaza y la sacó del campo de juego.
Los toreros por su parte fueron claros dominadores del segundo tiempo pero desafortunadamente con centrales de gelatina, con un 10 que pasa solo mordiendo el césped esperando que le piten falta y con un delantero que se come goles cantados, no se puede ganar partidos, ni Clásicos, ni mucho menos salir campeones.
Barcelona pecó nuevamente de inseguridad en la zaga. Los centrales de la selección nacional fallaron en repetidas ocasiones causando taquicardia a millones de hinchas barcelonistas. Lanza hizo lo que pudo, aunque sacó pelotas difíciles, las dejó pagando en el área y afortunadamente siempre hubo un compañero que la reventara para cualquier lado.
Muchos hablan de la incidencia de Matías Oyola en la cancha, hoy insisto que el Poni sí hace falta. Amaya estaba solo en corte y marca en la mitad de la campo. Un solo jugador no puede cumplir esa función sin ayuda ya que Diaz, Grueso, MJ Quiñones y Luguercio no marcan ni en un libro de pintar. A consecuencia de esto Pedro Quiñones se dio el lujo de adueñarse de la media.
Y hablando de Diaz y Luguercio, alguien que nos explique por qué demonios siguen siendo titulares inamovibles. Al parecer este par tienen el puesto asegurado porque sus partidas de nacimiento dicen que son argentinos porque definitivamente por futbol, no es. No es suficiente correr para todos los lados como un desenfrenado, ni pedir todas las pelotas para patear los tiros libres. Para ser un refuerzo extranjero efectivo se debe ser contundente y claro con el balón y así marcar la diferencia entre él y sus compañeros ecuatorianos.
De nueva cuenta debemos reconocer que el chico Grueso es un atrevido que tiene futuro en el futbol. A este juvenil lo han movido en la cancha como pelota de ping pong, y aun así el muchacho no se achica, no se da por vencido y es un aporte importante en el ataque y construcción ofensiva de Barcelona, aunque en defensa aun se equivoca. Esperemos que con el tiempo vaya mejorando y que la dirigencia sepa valorarlo y cuidarlo. Por su parte, el regreso de Miguel Ibarra fue lo que se esperaba. No ha mejorado ni empeorado, sigue mostrando el mismo futbol de siempre, y si eso es lo que tenemos, eso es lo que hay que usar.
Lo de Narciso Mina es simplemente inexplicable. Un goleador con todas las letras de la palabra no puede errar goles frente a frente con el arquero y esperar que a cualquier contacto le piten penal. Sabemos que hay muchas maneras para ver el futbol, y la mía dice que fue falta en el área de Dreer contra Mina que el señor Intriago no pitó. Pero Narciso tranquilamente pudo haber saltado sobre el arquero y continuar la jugada en lugar de caerse. Esa es la diferencia entre un gran goleador y un delantero más.
En fin, este Clásico del Astillero fue uno de aquellos que se jugó a lo “Rambo”, sin mucho pensar pero con mucho físico y mucho empuje. Los ganadores fueron los visitantes ya que ellos se llevan un punto y siguieron sumando hasta ahora colocarse terceros y con un partido menos. Los barcelonistas vuelven a regalar 2 puntos más de locales y siguen quintos con tan solo 17 puntos. Al final de esta etapa, todos esos empates en el Monumental van a pesar de manera aniquiladora.
Toreros, hemos vuelto a ver como nuestro Barcelona entrega puntos valiosos en casa, sin embargo, esto nos reitera que el futbol no es de soplar y hacer botella, sino que es de trabajo, constancia, procesos. Algo que lastimosamente en Ecuador no se tiene conciencia, tan solo un equipo ha mantenido a su técnico por varias temporadas contra viento y mareas y los resultados son evidentes. ¿Entonces cuando los dirigentes toreros dejaran que un técnico termine al menos una temporada? Hasta ahora la diferencia entre el ex presidente y el actual es tan solo el apellido, porque hasta los resultados son muy parecidos en los primeros meses de sus mandatos.
De todos modos, como siempre decimos por aquí, los hinchas somos los únicos que quedamos por siempre en los clubes deportivos, ya que todos los demás van y vienen. Somos nosotros los que tenemos que guiar a este Barcelona a la cima de la tabla de posiciones. El apoyo de los guayaquileños para con ambos clubes es de destacar. Gracias a todos aquellos que se dieron cita en el Coloso del Salado para así darle un toque de lujo a este el Partido Inmortal, ojala que por el bien de todos, este marco de público se diera fecha a fecha en todos los estadios del país. Recordemos que nunca podremos llenar a tener un futbol de primer nivel sin el apoyo económico y anímico de la hinchada.
Barce, camina despacio pero con aplomo, que al final, todos celebraremos tu regreso a la gloria…..
Saludos desde Pennsylvania,
Alexandra K. Ortiz