El viernes Barcelona logró una importante victoria ante Mushuc Runa el Munumenral, en un partido que tuvo sus complicaciones porque el rival no dejó mucha libertad para que el ídolo desarrolle su acostumbrado juego.
No es justo decir que Barcelona no jugó bien porque sería faltar a la verdad, el partido fue muy complicado, el rival también juega y creo que el equipo logró pasar una prueba de esas que le hacía falta, vulnerar un rival que logre cerrar las vías que normalmente han usado los toreros para lograr conseguir sus anotaciones.
La primera anotación se la logró a una velocidad vertiginosa, con combinaciones que poco se ven en el fútbol ecuatoriano, con un excelentísimo nivel de Pedro Pablo Velasco y de Mario Pineina, los dos laterales de Barcelona actualmente pasan probablemente su mejor momento futbolístico.
Matías Oyola convirtió nuevamente, cerrando una combinación de pases que llevó a la defensa rival de un lado a otro sin saber dónde estaba el balón, la algarabía torera hizo pensar que se vendría una estrepitosa goleada, sin embargo no fue así.
Barcelona se volcó demasiado al ataque y a pesar de que pudo incrementar el marcador, nuestros delanteros, por increíble que parezca, no estuvieron muy finos en la definición y al estar casi todo el equipo volcado al ataque se dejaron espacios y se descuidaron marcas que provocaron el tempranero empate del rival, luego de eso, se vino otro partido.
Mushuc Runa trató por todos los medios de cerrarle las vías de ingreso de Barcelona, tanto por los costados como por el centro. Ambos back centrales del rival se encargaron de hacer marcación férrea a Jonathan Álvez y no lo dejaron estar cómodo casi en ningún momento. El primer tiempo se terminó con un empate que a pesar de lo trabado del partido, no reflejaba lo ocurrido en la cancha.
En el segundo tiempo Mushuc Runa entró con ganas de trabar todo ingreso torero por cualquier vía. Ya sea por acumulación de jugadores en defensa o por realización de faltas de todo tipo. Incluso algunas de éstas, fueron desleales y provocaron fricciones sobretodo entre los defensas rivales y Álvez.
Barcelona no lució muy fino sin embargo logró convertir el segundo tanto por intermedio de Ely Esterilla a la salida de un tiro de esquina muy bien ejecutado por Damián Díaz, el 10, muy vivo, cobró un tiro de esquina al segundo palo, justo cuando el portero rival se dedicaba a hacer reclamos al juez y a los rivales; Díaz y Esterilla lograron sincronizar ideas y convertir de manera viva el segundo tanto justo cuando las cosas se estaban complicando para Barcelona.
Como nos tiene acostumbrados Almada, realizó cambios ofensivos, porque este Barcelona no se conforma únicamente con los 3 puntos, se refrescó la línea de ataque por las bandas, ingresando Marcos Caicedo por Wacho Vera y Erick Castillo por Ely Esterilla. Barcelona empezó a rotar el balón y tuvo otras oportunidades de anotar, remates que el portero rival logró despejar y de a poco se empezó a inclinar la balanza hacia el arco visitante.
Al final producto de la insistencia y la presión, Álvez realizó una corrida que no esperaba la defensa del Mushuc Runa, se produjo un choque entre el portero y el defensa central y el balón le quedó a Damián Díaz para que convierta el tercer gol para Barcelona, su séptimo gol personal en lo que va de la temporada y el de la tranquilidad.
Al final un 3-1 justo por donde se lo mire ante un contrincante que vino a Guayaquil a no regalar nada, con algunos jugadores Ex Barcelona en la cancha que se jugaron la vida ante su ex club pero que al final, para beneplácito de la hinchada amarilla se lograron otros tres puntos y con ello retomar el liderazgo del campeonato.
La entrega, la aplicación a la idea futbolística y la concentración de los jugadores en la cancha es algo que será motivo de una próxima publicación porque no cabe duda que lo que estamos viendo en la cancha, es algo digno de remarcar, actualmente los jugadores dejan hasta el último aliento en la cancha y vencen a todo rival que se les pone en frente, una idea táctica adecuada con fútbol vistoso y muchos goles está convirtiendo al Estadio Monumental en un reducto inexpugnable.