No fue un partido lucido, básicamente porque algunos jugadores se dedicaron más a darle patadas a los jugadores de Barcelona encargados de generar fútbol, dedicados a "romper" y a tratar de sacar del partido a los mejores jugadores canarios.
Damián Díaz, Washington Vera, Jonathan Álvez y Mario Pineida fueron las víctimas más recurrentes de las patadas de jugadores como Álex Bolaños, Bonnet y Bonjour. Muchos jugadores de Aucas a pesar de su conducta violenta, no recibieron tarjetas, Bolaños merecía salir expulsado tempranamente en el partido, sin embargo terminó en la cancha con apenas una tibia amarilla que no frenó nunca su ímpetu.
El penal para Aucas para mi fue bien sancionado, Ordoñez toma de la cintura al rival y lo tumba, ahora, la manera de cobrar de Solari ha traído mucha polémica. Muchos no tienen clara la regla nueva sobre el cobro de penales y creen que hubo perjuicio para Aucas, sin embargo hay quienes sí leyeron la regla y entienden que lo que nulita la acción del penalti es la utilización de una finta (un amague, un engaño) por parte de Solari y no otra cosa. Muchos creen que la regla se refiere estrictamente a detenerse totalmente antes del penal (la llamada paradinha), sin embargo esto no es así. No se permiten las fintas de ninguna clase previo al cobro del penalti, por ende la acción se anula y se castiga al infractor (Solari en este caso) con una tarjeta amarilla.
Luego de esto, las acciones siguieron igual, patada tras patada por parte de los jugadores Auquistas, patada y juego brusco por parte de Álex Bolaños que pareciera que odia a todos lo que visten la casaquilla de Barcelona, sin embargo siguió en cancha, como que nada. Damián Díaz fue golpleado, increpado, insultado, hicieron de todo los jugadores indios por tratar de sacar del partido a Díaz, pero esto no lo lograron.
Aucas al inicio del segundo tiempo se puso en ventaja, justo premio para quienes habían tratado de llegar con peligro al arco rival, pero luego, apareció el mago, ese jugador que nos tiene acostumbrados a cosas que otros no pueden. En un ataque amarillo, Díaz, con el balón en sus pies aguanta la marca de 2 rivales y arrastra la marca de otros dos, se abre el espacio para Wacho Vera quien se muestra solo, Díaz lo ve, pareciera que aguantó la pelota como sabiendo todo el tiempo lo que iba a hacer luego, cuando fue el momento justo, Díaz descargó el balón hacia Wacho Vera, dejándolo en posición de gol y éste ejecuta a la perfección el control y remate al arco, fue un golazo de esos que se vuelven más vistosos por la jugada previa.
Ya al final del partido, Pedro Pablo Velasco aguanta el balón hasta que descontrola a 2 jugadores de Aucas y manda un pase profundo, perfecto para los pies de Tito Valencia quien tira un centro perfecto para que entrando como delantero no programado, Damián Díaz llegue sólo y de cabeza (como casi nunca) mande el balón al fondo de las redes.
Barcelona se llevó la victoria, premio justo para aquel equipo que no está dispuesto a darle chance a nadie y que castiga cada que tiene la posibilidad.
