El argentino pidió menos que otros candidatos y fue presentado ayer. Su debut será ante Manta FC.
Luis Soler firmó contrato solo hasta diciembre. El argentino no llega a Barcelona para cumplir un proceso a largo plazo, como acostumbra hacer, sino para aliviar los problemas que el equipo atraviesa. La designación fue rápida. El viernes se decidió que Gustavo Costas debía irse tras el fracaso en la Copa Sudamericana y, la noche del lunes, se resolvió quien ocuparía su cargo.
La opción escogida fue la más conveniente. Soler cobra anualmente mucho menos que los otros candidatos que habían interesado a la directiva. Otro argentino, Carlos Ischia, era el favorito. Sin embargo, el entrenador campeón con Deportivo Quito en 2011 pidió más de un millón al año.
El domingo por la tarde, Ischia publicó vía Twitter que declinaba la propuesta porque quería seguir en su país. “Agradecido a los Sres. José Doumet y Antonio Noboa por el ofrecimiento y por entender que no me quiero ir de Argentina en este momento”. La otra opción fue la de Hernán Darío Gómez. El colombiano, recordado en Ecuador por llevar a la Tricolor a su primer Mundial, también rechazó el ofrecimiento por cuestiones económicas. Pidió $800 mil al año.
Otras alternativas como el argentino Nery Pumpido y el uruguayo Jorge Fossati también se cayeron de la lista por sus altas pretensiones económicas. Soler, en cambio, accedió a hacerse cargo de la dirección técnica por los cuatro meses que restan para el final del Campeonato Nacional. Barcelona se aseguró una opción de renovación por otro año más por si las cosas funcionan bien. En ese caso, su sueldo sería de $400 mil al año. El argentino dirigió ayer su primera práctica y fue presentado al término de la misma.
“Encontré muchas ganas en los jugadores, mucha actitud -dijo en la rueda de prensa-. Hablé con ellos y les dije que a partir de hoy yo conduzco y pongo mis propias reglas”. Este es el reto más importante que ha tenido en su extensa carrera como entrenador. Soler trabajó muchos años en las formativas de reconocidos clubes argentinos, pero no llegó a dirigir sus planteles de primera. Sí lo hizo en equipos de menor categoría como Deportivo Español, Arsenal de Sarandí, Defensores de Belgrano.
A Ecuador llegó en 2010 para dirigir a Deportivo Cuenca. Esa temporada cumplió una aceptable campaña finalizando en el quinto lugar. Al año siguiente fue sexto y en 2012 fue despedido por malos resultados. Por su experiencia en el manejo de las divisiones inferiores, también tendrá ingerencia en la divisiones formativas del club.
“Nosotros vamos a darle importancia a los juveniles -dijo en su presentación-.Tenemos que acomodar el primer equipo, después mirar la sub-20 y pegarle un vistazo al resto”. Su cuerpo técnico estará conformado por Pablo Bravo, preparador físico ecuatoriano, y los asistentes argentinos Juan Carlos Benítez y Maximiliano Villafañe, con quienes trabajó en Deportivo Cuenca.
Fuente: Diario Hoy