El técnico encargado de Barcelona, Carlos Gruezo, reconoció que su equipo “no estuvo fino” en la definición en el partido de visita ante el Deportivo Quevedo, que terminó empatado sin goles el domingo pasado.
“No jugué a empatar, se jugó a ganar, pero para mí era importante no perder y sobre todo recuperar la confianza y solidez en el ámbito defensivo”, declaró Gruezo, quien reemplaza interinamente a Gustavo Costas, que se desligó del club el viernes anterior.
Barcelona tuvo el domingo pocas llegadas al arco del Quevedo y su opción más clara para anotar la tuvo el uruguayo Sebastián Ribas, quien a los 39 minutos cabeceó incorrectamente un balón que le llegó sin marca tras un centro de Michael Arroyo. A minuto seguido, otro cabezazo del uruguayo salió desviado.
No obstante, para el técnico encargado, “la unión de grupo fue muy fundamental” e insistió en que más allá del resultado, lo importante fue consolidar la defensa canaria.
Gruezo dijo estar seguro de que en adelante tendrán “un Barcelona muy distinto, más allá de quien venga”, en relación con el nuevo entrenador que debe contratar el cuadro amarillo tras la salida de Costas.
“Es la actitud del jugador que para mí va a cambiar y está cambiando... Me voy muy contento con la entrega de los jugadores”, indicó Gruezo.
Fuente: El Universo