El Barcelona Sporting Club viajo hasta la ciudad de Ambato para enfrentarse al recién ascendido a Primera A, Club Social y Deportivo Macará por la 7ma fecha de la primera etapa del torneo ecuatoriano de futbol. Marcador final 1x0, triunfo local.
Empiezo este comentario pidiendo mil disculpas por hablar en 1ra persona, pero no puedo evitar ser un hincha más que ve como su equipo se descalabra y a consecuencia los hinchas empiezan a desesperar y a pedir incoherencias. Minutos antes del partido, intercambiaba opiniones con Víctor Pincay, amigo barcelonista de aquellos que es primero un torero y luego un ser humano. Le comentaba que más me preocupaba cuando Barcelona juega con equipos “chicos” que cuando juega con los clubes grandes del país. La razón, simple: los jugadores de equipos en ascenso buscan mostrarse para así llegar a otro club mejor y cambiar su vida. Lastimosamente, el resultado de hoy no hizo sino corroborar lo que vimos con Técnico, Liga de Loja e Independiente Terán.
Macará no solo le gano a los toreros, sino que les dio una lección de manejo del balón y juego en conjunto. Barcelona nunca vio la pelota, siempre estuvo a expensas de lo que los dueños de casa le permitieran hacer. Mientras los celestes mejoraban con el paso de los minutos, los guayaquileños perdían no solo el rumbo sino la concentración y al parecer la confianza la dejaron en el camerino del Monumental.
Si bien es cierto que el partido en los primeros minutos era un despliegue de ir y venir sin sentido, no es menos cierto que el gol le dio a los locales lo que necesitaban para alzarse con el resultado a favor, fe en sí mismos. Los ambateños demostraron que no hacen falta súper chequeras para ganar encuentros de futbol, ni micrófonos para reflejar su profesionalismo en el césped. Esperemos que los amarillos hayan tomado nota de aquello.
Si la preocupación por la lesión de Banguera era un fantasma que acosaba a la hinchada barcelonista, luego del partido contra Macará, éste se convirtió en un cruel verdugo. La falta de continuidad en los arqueros es su peor enemigo y hoy Lanza lo demostró. Dudo en aquel tiro libre que lo cobrara Omar Guerra, se corrió un paso hacia el lado donde él mismo había ubicado a la barrera y luego, simplemente ve como la pelota entra en su arco.
Y si sumamos a la ausencia de Banguera, el poco entendimiento que aun muestran Campos y Erazo y a esto agreguemos al chico Grueso que es un improvisado por derecha, tenemos una zaga de gelatina en la que no vemos mejoría partido a partido. El único de los del fondo que hace un papel rescatable (no excelente) es Roosevelt Oyola. Pero aclaremos que el chico Oyola es simplemente un defensa por izquierda, ya que alma de carrilero, no tiene.
Para colmo de males, el jugador más regular de la media cancha, callado, pero eficaz, el colombiano Amaya, se lesiono a última hora y se noto que no hubo quien corte, recupere, y hasta ayude en ataque. El regreso del nuevamente “gordo” Luis Caicedo, no fue de mucha ayuda para la media de los toreros. Y como si no fuera poco, el señor Damián Díaz sigue de vacaciones porque hoy en la cancha no fue ni un estorbo para los rivales.
No es difícil encontrar la razón para que Barcelona no haya generado futbol, sin una media cancha entregada y comprometida no hay peligro en el área rival y sí hay facilidades para los contrarios. Así de simple y sencillo. Hay elementos en Barcelona que no se pueden dar el lujo de aparecer en uno que otro partido sino que tienen que ser tan constantes como el aire que respiran, como dice la canción. Pero al Kitu Díaz parece que no le llego ese memo.
Y si la media no aparece, es obvio que los delanteros estarán completamente desaparecidos ya que ellos no pueden ir a buscar pelota, recuperarla y encima hacer los goles. He aquí que Mina fue imperceptible durante este cotejo. Los cambios de Zubeldia nuevamente no ayudaron a mejorar un equipo “sin espíritu”, como me comento el periodista Javier Dávila Molina al final del encuentro.
No se puede negar que Barcelona tiene problemas de camerino ya que se están reflejando en la cancha. Nosotros desde afuera solo podemos especular si es por falta de pago, por mediocres, por no ser profesionales, porque les queda grande la camiseta, etc., la razón para este descalabre tan evidente la saben ellos. Y hasta que no le pongan un micrófono delante a alguno de ellos, nosotros no sabremos qué demonios es lo que les pasa para no poder conseguir resultados positivos ante rivales que tienen pocas posibilidades de soñar con un campeonato.
Toreros, lo único que me atrevo a pedirles en estos momentos es que no tiremos la toalla. No colaboremos a desestabilizar aun mas al equipo buscando la salida del técnico. No es momento de buscar el remedio más fácil, es apenas Marzo y si no se gana la primera etapa, ahí está la segunda para poder llegar a la final.
Es cierto que todos estamos hartos de ver los mismos malos resultados sin importar quien este en cancha o en los escritorios, pero despotricar contra el equipo que decimos amar no remediara la situación. Hoy no nos queda de otra sino apoyar a los que visten la amarilla y los que lideran al Barce 2012.
Barce, el verdadero hincha no te sigue por los resultados, sino por tu grandeza…..
Un abrazo desde Pennsylvania,
Alexandra K Ortiz
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