El Ídolo del Astillero se puso en ventaja por intermedio de su capitán, Matías Oyola, tras pase preciso de Cristian Penilla. El rápido delantero, de 23 años, aprovechó el nerviosismo del joven lateral, Daniel Loor, para desequilibrar por la banda derecha. El manabita debutaba en la Primera Categoría.
Víctor Estupiñán logró el empate, con un preciso golpe de cabeza. Hasta ahí, el encuentro se desarrollaba con normalidad.
La historia, sin embargo, se escribió a los 84 minutos. El árbitro, Diego Lara, decretó gol para el Quito, aunque la pelota no traspuso la línea de sentencia del arco sur.
El zaguero Luis Checa en su intención de rechazar un centro ceñido del hábil, Cristian Lara, impactó el balón en la mano de su compañero, el argentino Francisco Peppino. Pero el esférico no entró, salió desviado. Las imágenes de televisión así lo confirman.
El juez central dudó si sancionar la pena máxima o validar la anotación. Se quedó parado y miró al línea uno, Marco Muzo, quien también estaba quieto con la banderola abajo.
Mientras los chullas celebraban la supuesta conquista, los canarios argumentaban que el balón no ingresó.
Diego Lara caminó hacia Muzo para conocer su informe de la jugada ante la gran expectativa de los jugadores y de los 15.000 aficionados, en su mayoría hinchas de Barcelona.
Luego del breve diálogo, el árbitro levantó la mano derecha y señaló el centro de la cancha. La equivocada decisión arbitral, desató los reclamos airados de los integrantes del club guayaquileño.
El juez central lucía nervioso y trató de controlar las protestas sacando tarjetas amarillas a los barcelonistas. Álex Bolaños era el más enojado y no paraba de reclamar.
Los futbolistas chullas, también, dudaron si era gol o no. "Tiré centro y la pelota ingresa al arco. Pero si no fue así, era penal", dijo Cristian Lara.
Fuente: Expreso
