En la cancha del estadio Monumental, Barcelona tenía la oportunidad de sumar tres puntos que le permitan acortar diferencia con el primer pelotón de la tabla, aprovechando los resbalones de estos, y no falló.
Ubicado en el antepenúltimo lugar, Manta se presentaba como el rival ideal para consolidar la mejoría demostrada el fin de semana anterior, cuando los amarillos arrancaron un empate en su visita a Ponciano.
El Ídolo comenzó a un ritmo arrollador, a tal punto que antes de cumplirse los cinco minutos de juego ya había fabricado dos cargas de gol sobre la portería defendida por el colombiano Rolando Ramírez.
Primero fue Michael Jackson Quiñónez, quien definió mal, cuando los centrales del conjunto 'atunero' descuidaron su marca.
Poco después, Narciso Mina estorbó a Quiñónez, en el momento en que este se aprestaba a cabecear un centro proyectado por Luis Caicedo desde la banda derecha.
Ese carril, donde marcaba Mario Quintana, se convirtió en una especie de avenida, por donde los delanteros amarillos entraron sin problema.
En el minuto 25 Mina armó un veloz contragolpe, combinando con Damián Díaz, quien abrió hacia la derecha, por donde Quiñónez volvió a aparecer sin marca y levantó un centro que sorpresivamente se coló en el arco de Ramírez.
En el primer tiempo Manta careció de fuerza ofensiva. La única carga de peligro la generó Cristian Márquez, que definió mal en el mano a mano con Damián Lanza.
La respuesta amarilla fue letal. Narciso Mina es detenido con una falta penalti que el árbitro Róbinson Galarza no dudó en sancionar. El goleador asumió la responsabilidad y con disparo esquinado doblegó la resistencia de Ramírez, quien intuyó la dirección del esférico, pero llegó tarde a la cita con él.
Los minutos posteriores fueron de total dominio del conjunto local, que no tuvo la puntería necesaria para ampliar la diferencia.
SE CONSOLIDA
Para la segundas fracción, el colombiano Armando Osma, técnico del Manta, intentó corregir, sacando a Quintana para ubicar a Lastra. En los primeros minutos la fórmula parecía funcionar, hasta que los amarillos pusieron nuevamente el pie en el acelerador. Tanta era la diferencia entre los dos contrincantes, que Barcelona podía cambiar los ritmos cada vez que lo consideraba necesario.
El partido parecía haber caído en un pozo, hasta que en el minuto 53 Mina ingresó en diagonal, superando a cuanta marca se le puso al frente y cuando vio obstaculizado su ingreso al área habilitó a Carlos Gruezo, quien desde la altura de la semiluna sacó un remate que se coló por el ángulo derecho, para poner la tercera.
El argentino Gustavo Costas observaba tranquilamente desde la banca. Con 3-0 a su favor, su constante caminar dentro de la zona técnica parecía ya no ser necesaria.
En el tramo final, el tradicional "¡ole... ole... ole!..." se comenzó a escuchar en todo el escenario. Era el preludio de lo que sería la cuarta conquista, que cerraría una jornada inolvidable para Quiñónez.
Un mal rechazo del arquero visitante cayó sobre la banda derecha, donde se encontraba el talentoso mediocampista, que luego de sacarse dos marcas de encima sacó un potente disparo que le dobló las manos a Ramírez.
Este es el cuarto encuentro consecutivo en el que los 'canarios' se mantienen invictos bajo el mando de Costas, quien en la rueda de prensa posterior al encuentro destacó la importancia del funcionamiento colectivo que muestra el equipo.
Gustavo Costas: 'El equipo rindió acorde a la planificación establecida'
El director técnico de Barcelona se mostró satisfecho por la velocidad que demostró la plantilla en la cancha y su manera de reacción en el medio campo. "Lo trabajado en la semana se dio. Todo salió perfecto; sin embargo hubo situaciones en el segundo tiempo en las que trabajaremos".
Michael Quiñónez: 'Esta es una final, aún faltan más y hay que seguir así'
El centrocampista ecuatoriano, quien ayer fue la figura del equipo canario, atribuyó su rendimiento a la ubicación que el profesor Costas le dio dentro del campo de juego. Quiñónez recalcó que se sintió bien jugando por la banda derecha o izquierda y espera mantenerse ahí.
Por: Modesto García Díaz - Guayaquil
Fuente: www.expreso.ec