El fútbol ecuatoriano adolece de muchas cosas, en nuestro campeonato se puede uno dar cuenta que no abundan armadores, buenos centrales, no existen marcadores de punta derechos de ben nivel, pero por sobre todas las cosas, nuestro país carece de BUENOS ÁRBITROS.
Al decir "buenos árbitros" no me refiero ni pretendo que hayan únicamente árbitros con escarapela FIFA en el país, tampoco quiero decir que un buen árbitro es aquel que beneficia siempre a los equipos grandes, no, un buen árbitro es aquel que logra que un partido se desenvuelva sin percances ni contratiempos, es aquel profesional que logra pasar desapercibido en los partidos de mayor expectativa, y que con su accionar logra que no se ensucie el espectáculo. Dicho esto, pueden ustedes darse cuenta del contraste total que existe en la actualidad en nuestro campeonato.
Tenemos árbitros que están convencidos de que son ellos los protagonistas en la cancha y no los futbolistas, tenemos árbitros con muchas ganas de mostrarse pero no por buenas actuaciones sino por creerse los indomables leones del pito, tenemos árbitros que están tan convencidos que cualquier roce es falta y que cualquier falta merece tarjeta amarilla que siempre a la media hora de cualquier encuentro ya habrán 2 o 3 jugadores con tarjeta amarilla. Si nuestro campeonato no luce como debería es porque precisamente nuestros árbitros necesitan muchísimo mejor criterio para poder discernir entre lo que merece ser castigado con tarjeta amarilla o lo que pueda manejarse con diálogo.
Comparo con los árbitros internacionales, muchos, ante la primera jugada fuerte, se acercan a ambos jugadores y les advierte que el juego debe ser leal, luego de esto, si los jugadores insisten pues les exhibe la tarjeta que merecen, pero acá, nuestros árbitros en cualquier instancia el primer recurso es la tarjeta, así la falta haya sido cometida en el medio campo o en una jugada sin peligro de gol, entonces ¿qué es lo que les falta a nuestros árbitros? Yo creo que lo que les falta es capacidad para discernir o poder aplicar el reglamento de un modo adecuado que permita continuar el partido sin contratiempos.
Los árbitros ecuatorianos siempre reciben cursos con reconocidos expositores, pero no existe mejoría alguna en su accionar ¿Cuál es la razón? No creo que haya alguien que pueda explicárselo, es alarmante la falta de criterio para saber cuándo dejar correr el balón, hay jugadas en las que el jugador que va a la ofensiva recibe una falta pero continúa con el dominio de balón y espacio para continuar, sin embargo, el árbitro pita la falta y retrocede el juego perjudicando al equipo que ataca y beneficiando al infractor que logra detener un ataque, esto va totalmente en contra, es totalmente opuesto a lo que la "norma de ventaja" dice. Esta situación es sólo una de muchas fallas de criterio, ni qué decir sobre faltas en el área o manos involuntarias en el área, cargas arquero, "picardías" de los jugadores, piscinazos y faltas al fairplay de jugadores conocidos por ser exagerados en sus gritos, caídas y sus retorcidas actuaciones con dolor y lágrima incluida para perjudicar al rival.
El árbitro ecuatoriano no tiene aún esa capacidad de mantenerse en una sola decisión, son muy volubles, si pitaron un penal el primer tiempo y en el entretiempo alguien les dijo o les hizo ver que estuvieron en un error al pitar ese penal, pues el árbitro entra al segundo tiempo a aplicar algo que sólo se ve acá y que muy criollamente se lo ha llamado como "ley de la compensación" opacando totalmente al espectáculo, esta situación ha ocurrido tanto en partidos sin importancia como también en clásicos del astillero, los beneficios para unos y perjuicios para otros equipos se dan en contra de todos los clubes, es por eso que todos los martes en la FEF hay al menos un club quejándose por el arbitraje del partido del fin de semana ¿hasta cuando la FEF no toma cartas en el asunto?
El nivel de nuestro arbitraje es tan bajo que nunca hay un sólo árbitro ecuatoriano pitando instancias decisivas en Copa América, Libertadores o Sudamericana, ni qué decir en Mundiales de fútbol. No creo sinceramente en la mala intención del árbitro ecuatoriano, ni que se las tengan tomadas con tal o cual club, estoy sinceramente convencido que lo que les hace falta es claridad para poder discernir respecto de las jugadas y cómo inciden en el desarrollo del encuentro. Cuando nuestros árbitros sepan aplicar bien una ley de ventaja o el criterio de que ante la duda de offside hay que favorecer al atacante, ahí todo cambiará, mientras tanto, seguiremos quejándonos del arbitraje. En nuestro país, un juez central pita offside a 25 o 30 metros de la jugada sin que el juez de línea levante la banderola, entonces, ahí uno se puede dar cuenta que las cosas marchan de modo errado.
El objeto de este artículo no es menospreciar al árbitro ecuatoriano ni tampoco está en favor de que se traigan siempre jueces internacionales a los encuentros decisivos del campeonato nacional, sino mas bien, se enfoca en que se necesita mucho más preparación y entrenamiento para que el juez ecuatoriano tenga esa capacidad de discernir correctamente en las jugadas que se dan dentro de un partido de fútbol.
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