El Barcelona guayaquileño se desplazo a la ciudad de Ambato para enfrentar al recién ascendido Técnico Universitario por la segunda fecha la de la primera etapa del torneo ecuatoriano de la primera A. Con dos goles toreros, el marcador termino 1x1, ya que Campos anotó en portería propia, y así los barcelonistas tuvieron que conformarse con alzarse con tal solo un empate.
Este partido no hizo más que ratificar lo dicho una y mil veces: a Barcelona todos los equipos le juegan como si se disputara la final del mundo. Y no hay como culparlos. Es su oportunidad para que miles de personas los vean y así darse a conocer, tanto a nivel local como internacional. Hoy fue la oportunidad del 10 del Técnico, Colon, que gracias a su habilidad, rapidez y ganas hizo bailar la calavera a Saucedo a tal punto que éste saliera lesionado al final del primer tiempo.
Otro que dejó una muy grata impresión a propios y extraños fue el arquero del conjunto local, Blázquez, que fue el principal culpable que los toreros no se llevaran los 3 puntos a Guayaquil. Espectacular fue su actuación y él solo logró apagar el grito de gol de la parcialidad barcelonista en múltiples oportunidades a lo largo de todo el compromiso. Bien por un equipo recién ascendido que demostró que algo de futbol sabe.
Por su parte los toreros mostraron deficiencia en la media cancha donde nunca se pudo ganar una pelota y ni de casualidad supieron recuperarla. Amaya estaba con la cabeza cuadrada de tanta impotencia, ya que solo él no podía contener a los volantes del local. El chico Grueso y Díaz no colaboraron en marca, no es su labor y así el colombiano se vio superado durante todo el encuentro, a tal punto que lo sancionaron con tarjeta amarilla y el técnico lo saco porque seguramente iba a buscarse la tarjeta roja.
La debilidad del Barcelona radico en la media cancha. No hubo manera de lograr una conexión apropiada entre la línea media y su único delantero en punta, Narciso Mina, quien la mayor parte del partido paso perdido siempre buscando la pelota perfecta para poder mandarla al fondo de las redes. La famosa y ya ultra conocida “Díaz dependencia” estuvo a la orden del día y los locales supieron neutralizar la habilidad del argentino. Por ende, hoy, en este juego, el Kitu fue intrascendente.
Y dicho sea de paso, hoy Damián Díaz estuvo con las luces apagadas. Erró todos los tiros libres y los tiros de esquina. Se dedico a reclamar a sus compañeros el hecho que no podía recibir o dominar el esférico en lugar de ser él el que logre habilitar al delantero. Se lo acusa de individualista y "amarra pelota”, en ocasiones ese exceso de contacto con la pelota es un arma más eficaz para el contrario que para su propio equipo. Hay que saber donde se es “tribunero”, cuando se va perdiendo, y en cancha ajena, no es precisamente cuando se deba pecar de mezquino con el balón.
El argentino Luguercio sigue mostrando deficiencias físicas. Corre todo el frente de ataque pero todavía no es esa pieza ofensiva que inquiete al rival a tal punto de acarrear marca ni tampoco mete miedo a los porteros cuando anda cerca del área con la pelota pegada a sus botines. Esperemos que con el paso de los partidos y las prácticas día a día logre entenderse mejor con sus compañeros.
Lo de MJ Quiñonez es simplemente algo para tomar muy en cuenta. Corre con la cabeza levantada, hace pases en callejón, remata al arco y sabe centrar. Lo malo es que le falta carácter para pedir la pelota en uno que otro tiro libre o tiro de esquina. La confianza de la que gozaba hace algunas temporadas se ha evaporado y es hora que la recupere ya que tiene cómo y con qué. Lo de Saucedo igual que en el partido anterior es mejor ni gastar tiempo en analizar su desempeño, está echando una mano en una posición donde carecemos de un hombre que provea de la seguridad y talento necesario y a consecuencia de esto, el argentino-ecuatoriano está pagando los platos rotos.
La entrada de Lucho Caicedo y José Ayoví en el segundo tiempo le dieron la movilidad y seguridad que el equipo estaba careciendo en la mitad y en ofensiva. En opinión muy personal me pregunto cómo es que Zubeldia no busca explotar de manera más eficiente ese bono que es el que José Ayovi y Narciso Mina se conozcan tan bien. Esa dupla ha quedado demostrado que es efectiva, el uno y el otro saben sin mirarse dónde estarán ubicados y a consecuencia de aquello sus ataques son eectivos, tanto así que el gol del empate vino gracias a esa complicidad que existe entre estos dos elementos.
Para el próximo partido contra la Liga de Loja en el Monumental, Zubeldia podrá contar ya con Oyola, que supuestamente será habilitado este martes en FEF como ecuatoriano y con Matamoros que ya cumplió con su partido de suspensión por doble tarjeta amarilla en la primera fecha.
Toreros, el equipo sigue demostrando futbol, aunque como todo en la vida tiene altas y bajas. El compromiso de hoy no deja duda de aquello. Es claro que hay mucho por mejorar y piezas por ajustar. ¿Qué es lo positivo que rescatamos de esta visita de hoy a Ambato? Pues que al fin contamos con un Barcelona que puede remontar marcadores, que no pierde la cabeza ni el libreto y que por Dios bendito, ¡no juega al pelotazo!
Sea como sea se regresa con un punto desde Ambato tras de una larga semana de malos ratos gracias al excesivo valor de las entradas y a los dirigentes mediocres que quieren financiar todo su año a costillas de la hincha de Barcelona. De todos modos, estos dos partidos nos dejan el corazón lleno de esperanzas y con la certeza de un futuro prometedor.
Saludos desde Pennsylvania,
Alexandra K. Ortiz
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