El Barcelona Sporting Club se traslado a la ciudad de Quito para enfrentarse por la novena fecha de la segunda vuelta del campeonato local en el estadio Atahualpa con El Nacional. Al final de un “interesante” encuentro los militares se alzaron con la victoria con un marcador de 2x0. Con este resultado el equipo guayaquileño cayó a la cuarta casilla de la tabla de posiciones y se quedo con 15 unidades.
Este fue un partido en el que los primeros minutos estuvo lleno de buen futbol y emociones por parte de ambos equipos. Los militares hacían sentir su localía y buscaban abrir el marcador como fuera posible. Mientras que los toreros con un futbol ordenado aguantaban los ataques y cerraban los espacios para así cortarle el avance de los locales.
Pero mientras Barcelona se defendía con orden, también se daban tiempo para ir al ataque. Donde el encargado de recuperar los balones siempre era Lucho Caicedo el cual inmediatamente la soltaba o para Oyola o para Díaz. Sin embargo, El Nacional siempre se dio modos para llegar hasta las mismas barbas del arquero torero. Bangueras en más de una ocasión logro ahogar el grito de gol de los locales.
Para más de uno, la caída del equipo barcelonista tiene dos razones: la falta de definición de sus delanteros y la “Avenida Hurtado” que invita a los delanteros contrarios a que vayan a demoler a Banguera.
Este partido estuvo lleno de eventos que al final terminaron con el futbol. Siendo el árbitro Ponce uno de los responsables de aquello. La falta de tino y/o seriedad al momento de pitar las faltas para uno y otro lado, dio como resultado que los jugadores empezaran a lastimarse mutuamente. El juego brusco se apodero del encuentro y el buen futbol no se lo logro recobrar.
Tanto fue el disgusto de los toreros ante una falta a menos de un metro del área militar contra Bryan de la Torre, en el que los locales cogen en contra golpe a los amarillos y logran su primer gol, que el técnico Zubeldia sale expulsado nuevamente por reclamar airadamente ante la falta de precisión del central al obviar una falta tan evidente. Asi mismo, a minutos de terminar de que se terminara el partido, Oyola le dio tremenda patada a Preciado cuando estaba en el piso, que el pobre termino lesionado, y el señor Ponce, bien gracias.
Luego de tanto error del arbitro el futbol se fue de paseo a visitar a “Hades” al mismo infierno. Aparte del juego brusco demostrado de parte y parte, nos vemos en la penosa obligación de señalar con nombre y apellido a los jugadores toreros de peor rendimiento en la cancha. Empezando por los 3 delanteros canarios que desfilaron por el campo, ninguno de ellos hicieron ninguna diferencia: Palacios, Wila y Borghello, son simplemente CERO a la izquierda.
El desgano de Palacios al parecer es contagioso y la falta de efectividad en todos ellos no pone presión en ninguno, ya que saben que como no hay nadie más que les pueda quitar el puesto, no se esfuerzan en lo más mínimo. Le ponemos la camiseta 7 o la 11 a un niño de 15 años que este parado en cualquier esquina del país, y ese niño les daría una clase de orgullo, entereza y respeto por la amarilla. Es hora de que el señor Antonio Noboa tome cartas en el asunto y de alguna manera logre que estos tres se despabilen para que así no sigan costando más puntos al equipo.
Así como tampoco podemos echarle la culpa de la pérdida del partido al chico De la Torre porque tenemos que recordar que su oficio no es de delantero sino que es un volante ofensivo que ha logrado meter unos cuantos goles. La misma inexperiencia del chico se apodero de él cuando al parecer lo más fácil era meter la pelota dentro del arco que lanzarla afuera. Este chico es una gran promesa para el futbol nacional, y es ahora en donde hay que demostrarle el apoyo incondicional para que llegue con tranquilidad a explotar al 100% todo su potencial.
El otro gran defecto en la plantilla canaria es la “Avenida Hurtado”. El “flamante” capitán torero en varias ocasiones se equivoca. Y ya se venía de otros partidos en donde sus equivocaciones han sido muy gruesas pero Banguera había podido defender su arco, en esta ocasión ante El Nacional, el arquero canario ya no estuvo para los milagros. Con todo el respeto que se merece un jugador de la trayectoria del señor Iván Hurtado, pero es hora de reemplazarlo. Un equipo con tanto apuro de puntos como Barcelona no se puede dar el lujo de no tener una defensa solida.
Ahora el señor Zubeldia tiene que buscar en cantera a alguien o darle el chance a Saucedo que haga pareja con Perlaza. No se puede seguir esperando que el agua nos llegue al cuello, peor aun sabiendo que los nuestros no saben ni nadar. Aun estamos a tiempo de buscar soluciones y poder rescatar algo de esta temporada 2011.
Y de los laterales mejor ni hablemos, son dos hombres menos que a Banguera no le sirven en la defensa y en ofensiva sirven mucho menos. Oyola y Caicedo se matan prácticamente solos para recuperar y echar una mano en la zaga mientras los señores Ibarra y Nazareno se quedan mirando. Lo de Duscher estuvo bien, aplomo y solidaridad, aunque como era de esperarse, se quedo sin aire.
En conclusión hay que exigirles a todos los integrantes del equipo barcelonista que todos corran, todos marquen, todos ataquen, todos defiendan. La palabra clave aquí es TODOS. No hay derecho que unos se saquen el aire trabajando, corriendo para todos lados, aguantando golpes de los rivales, mientras que hay otros que simplemente caminan.
Toreros, este sin duda fue un partido que Barcelona no demostró buen futbol durante los 90 minutos, sino que fue un partido en el que algunos jugadores mostraron pundonor y orgullo propio. Para ellos, el agradecimiento eterno por hasta el último segundo defender la amarilla. Pero a aquellos que les da lo mismo vestirla o no, a aquellos que solo sirven para cobrar su cheque, es mejor que por dignidad y por su propia decisión, den un paso al costado.
La próxima fecha es en el sagrado Monumental, ante el Independiente José Terán, que viene de ganarle al Olmedo, por eso la afición guayaquileña no puede darle la espalda al equipo ahora. Este partido ante El Nacional fue tan solo un revés. La lucha esta entera de pelear y como buenos toreros, como aquellos que sí lo dejan todo hasta el último segundo de cada partido, así mismo hay que seguir alentando al equipo para juntos sacarlo adelante.
Recuerden que Barcelona es más que un equipo de futbol, es un modo de vida, es la sangre que nos corre por las venas.
Saludos desde Pennsylvania,
