El Domingo 15 de Mayo se jugó en el Estadio George Cawpell el Clásico del Astillero número 191 por la décimo octava fecha de la primera etapa del torneo local. El resultado al final fue de un gol por lado gracias a dos penales. El penal torero lo marcó Marangoni mientras que el penal para los locales lo anotó Méndez. Recordemos que este es el cuarto empate seguido en el Partido Inmortal del fútbol ecuatoriano.
El partido tuvo sus altas y sus bajas, destellos de buen fútbol a ratos y a otros golpes y mas golpes, lo que sí sobró por parte de ambas escuadras fue entereza y corazón, cada equipo no solo jugaba por los puntos en disputa sino por defender dignamente sus colores. Se notaba la ansiedad en ciertos jugadores lo que los llevaba a cometer errores. Algunos, como el capitán torero, no podían salir con claridad, mientras que otros, como el atacante eléctrico, Caicedo, no podía dominar el balón y la perdió más de una vez al lateral.
Ambos técnicos apuntaron a establecer dominio en la media cancha. Aguinaga apostó por la experiencia de Luis Caicedo, junto a la rapidez y eficacia de Matías Oyola para que interceptaran la creación de Edison Méndez y la recuperación de Pedro Quiñones. El duelo fue intenso, donde las patadas de lado y lado obligaron a unos y otros a morder el pasto en varias ocasiones.
Sin embargo, la efectividad por parte de los azules vino por el lado de Mena, al que el jugador torero Nazareno tuvo muchas dificultades para cubrir y muchas más aún para pasarlo en ataque. El 11 amarillo nunca pudo llegar efectivamente al área contraria. Su salida estaba cubierta en cancha propia por el mismo Mena, luego cuando en la media se topaba con Quiñones y éste lo mando a volar un par de veces, se le acabaron las ganas de subir al joven barcelonista. Este, fue un hombre menos para el elenco de Aguinaga.
El regreso de Perlaza fue la sorpresa para muchos. Este jugador ya nos tiene acostumbrados a todos a escenas dignas de una película de Jackie Chan, y cada que la pelota la tenia en su poder, más de uno rogaba que no vaya a hacer una de las suyas. Al final, las veces que intervino, lo hizo sin excederse en brusquedad y es la primera vez en muchos partidos que no salió pintado con tarjeta amarilla. Esperemos que la calidad del cuerpo técnico torero pueda mejorar la capacidad de este jugador. Recordemos que Perlaza tuvo una clara opción de gol cuando en un córner, llegó por el punto penal, completamente solo y mandó la pelota a las generales.
Mientras que si nos ponemos a revisar las jugadas del capitán amarillo, Iván Hurtado, no podemos seguir tapando el sol con un dedo, en varias ocasiones, si es que no fue en todas, el chico Caicedo del Emelec lo dejo botado y mordiendo el polvo. Hurtado ya no gira con rapidez, ya no pica, ya no cubre, ya ni siquiera despeja con efectividad. Fue él, el responsable directo de las veces en que los eléctricos tuvieron las chances mas claras de anotar. Aquí hay que tomar medidas drásticas y empezar a buscar alguien que pueda reemplazar permanentemente al central torero.
Barcelona se vio en muchos minutos del partido maniatado por los azules, quienes, los tenían a los visitantes, mirando como ellos no les prestaban el esférico. Aunque gracias al esfuerzo de Dennis, del gordo Lucho, o de Oyola, los barcelonistas se hacían de la número 5 y por ahí empezaba el juego ofensivo que siempre empezaba por los pies de Marangoni. Y dicho sea de paso, el argentino, tiene que ponerse las pilas más seguido, ya que es inexcusable que solo haga un par de pases y hasta ahí es su colaboración. No podemos negar que los pases son precisos y de ser aprovechados mejor serian gol, pero hay que exigirle más juego de conjunto y que participe en recuperación.
El que sí estuvo perdido durante todo el encuentro fue Iván Borghello. No solo que estuvo prácticamente amarrado con una camisa de fuerza llamada Fleitas, sino que jamás pudo encontrarse bien ubicado para que uno de sus compañeros lo encuentre en buena posición. Tan mal partido jugó el argentino que ni fue a él el que le marcaron el penal. Si no hubiera sido por la indiscutible ayuda que le da el joven Angulo en el ataque, Barcelona parecía que no tenía delantero en lo absoluto.
Mientras que Borghello brillaba por su ausencia, Angulo, hacia de las suyas, por el medio, por izquierda, por derecha. Poca técnica, pero mucho físico y sobretodo muchas ganas es lo que demuestra en la cancha cada partido este joven canario. Fue a él que le cobraron la falta penal. En fin, el mismo Angulo se perdería la segunda al cabecear solo y mandar la pelota fuera del campo.
Al final, el empate fue justo para el esfuerzo y el fútbol que demostraron los del Astillero. Esperemos que la historia de los empates en el Partido Inmortal se termine en la segunda etapa del torneo. El próximo partido será este miércoles 18 de Mayo en el Glorioso del Salado en donde se recibirá a los militares que vienen de perder con el Imbabura.
Toreros, una vez más queda demostrado que los papeles no juegan al fútbol, que la tabla de posiciones a la hora de un Clásico es simplemente un montón de números, que lo único que cuenta son los 90 minutos que se disputan dentro del campo y que con o sin buen fútbol los jugadores demuestren que su único objetivo es hacerse merecedores y dignos de vestir la sagrada amarilla. (Si tan solo así jugaran todos los partidos, otra sería nuestra suerte)
Todos aquellos que pensaron que Barcelona iba a ser arrollado por el "poderoso" Emelec, sigan soñando a ver si se les da algún día. Todos aquellos que dijeron en la previa del encuentro que con ese plantel que presentaba Aguinaga, los azules les iban a pasar "15", cuidado se caigan de la cama al despertarse. Barcelona no podrá ser el mejor equipo del país en este momento, pero lo que siempre fue, es y será es el IDOLO DEL ECUADOR, y eso lo entienden bien los jugadores, que empujados por su hinchada harán respetar la gloriosa casaca torera hasta el último segundo de cada encuentro.
Un abrazo desde Pennsylvania,
Alexandra K Ortiz
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