Lo advertimos desde el inicio de la temporada. El griterío y la fanfarronada, las payasadas circenses no podían trastocar la penosa realidad del ídolo del Ecuador.
Designar, ilegalmente, a una dirigencia bocona y mediática para cubrir la retirada del gran responsable del fracaso del equipo amarillo en los tres últimos años, ahondó la crisis deportiva en que se debate Barcelona.
Repito el proverbio ruso que calza a la medida en este desastre: “El mal olor del pescado empieza por la cabeza”. Gente que pretendió utilizar la popularidad del Barcelona para recuperar protagonismo público. Se hundieron en el descrédito y la derrota. Alargaron la agonía arrastrando al equipo en su caída.
Después de cada derrota, inventaban algún espectáculo bufo para tapar la realidad del fútbol. Ponerle nombre a los arcos, más que absurdo resultó un chiste amargo. Intentar la inmortalización de un ex arquero de la oncena amarilla que terminó su carrera en un club que siempre ha perseguido a Barcelona para perjudicarlo, con arbitrajes sospechosos como aquel en que Byron Moreno extendió el partido por 13 minutos, o la terrible golpiza propinada en su estadio contra nuestros jugadores, que tiene a su hijo jugando en ese equipo es un verdadero desafío a la hinchada torera.
¿O responderá talvez a la presencia de conocidos dirigentes políticos del actual gobierno que acechan para tomarse Barcelona, máxime cuando dicho jugador asomó en el palacio presidencial junto a Correa, y cuyo nombre suena como futuro ministro de Deportes?
Finalmente, agobiados por el papelón que semana tras semana protagonizan, han convocado a elecciones del directorio. Hay que estar alerta para impedir que figurones embarcados en el carro de los sepultureros de Barcelona intenten continuar. La nueva directiva debe empezar por transparentar las cuentas de las ultimas épocas y establecer las responsabilidades que hubieren para sentar un escarmiento ejemplarizador.
Escrito por: Flranklin Verduga para www.idolodelecuador.com
Escrito por: Flranklin Verduga para www.idolodelecuador.com
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