Ningún futbolista ecuatoriano contratado para jugar en un equipo de Brasil ha podido seguir la huella que dejó perennizada en ese país, hace un cuarto de siglo, Hólger Quiñónez. El llamado Piquetero es el caso de mayor éxito.
Frickson Erazo, otro defensor, también transferido desde Barcelona a un conjunto de Río de Janeiro, intentará repetir la historia del crack nacido en San Carlos (Guayas), el 18 de septiembre de 1962.
Suplencias, lesiones, desempeños discretos, corto tiempo de permanencia en las escuadras que los importaron y varios fracasos son los factores que impidieron a casi todos los tricolores imponerse en el balompié auriverde.
El Piquetero, quien debutó con los canarios el 21 de noviembre de 1982, fue fichado por el Vasco da Gama en septiembre de 1989. “El traspaso de Hólger Quiñónez a un club del extranjero constituye un verdadero récord para el fútbol ecuatoriano, pues nunca antes un jugador ha sido vendido en un precio tan alto (...) $ 350.000 es el monto real que se ha pagado a Barcelona”, informó Diario EL UNIVERSO el 1 de octubre de hace 25 años.
Quiñónez viajó a Brasil para firmar su contrato y tramitar su visa de trabajo, pero retornó para un último partido con los amarillos. El 8 de octubre de 1989, en el estadio Monumental, Barcelona le ganó 1-0 a Emelec y antes del duelo el Piquetero tuvo una “apoteósica” despedida. “Hólger se enfundó una camiseta del Vasco da Gama, su nuevo equipo, y de inmediato dio una vuelta olímpica (...), recibiendo un sonoro aplauso”, reseñó este Diario.
El 29 de octubre el ecuatoriano se estrenó en el cuadro vascaíno, que empató a 0 con Sao Paulo. Los locales formaron con Acacio; Mazinho, Quiñónez, Marco Aurelio, Casio; Andrade, (Bibinho), Zé do Carmo, Tita, Bismarck; Bebeto, William.
La consagración del ecuatoriano llegó ante el mismo rival. El 16 de diciembre de 1989, frente a 71.552 espectadores, de visita en el Morumbí, Quiñónez se convirtió en el primer tricolor –y hasta ahora único– que logra el título de campeón nacional de Brasil. Tras un triunfo 0-1 sobre Sao Paulo, Vasco da Gama terminó con una sequía de 15 años.
“Quiñónez, Mazinho y Boiadeiro impidieron las jugadas más mortales” de los paulistas, según los periódicos brasileños.
“Uno de los zagueros más veloces que ha tenido Ecuador. De gran temperamento, bien dotado técnicamente, un prodigio de agilidad. Explosivo, espectacular y decidido”, comentó del Piquetero Quiñónez Mauro Velásquez en su libro El Fútbol Ecuatoriano y su Selección nacional, en 1998.
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